(Miquel Codolar –CR) La primera serie sobre la vida de Jesús, The Chosen, está grabando la tercera de sus siete temporadas. Hasta ahora la serie se ha visto más de 385 millones de veces, una cifra que crece sin cesar en la aplicación gratuita específica o la web. Puede ser una buena serie para ver esta Semana Santa. Grabada en inglés y doblada en 12 lenguas, entre ellas el castellano, se puede ver con subtítulos en catalán.
Se trata de una producción estadounidense con un reparto internacional sobre la vida de Jesús desde el punto de vista de las personas que le rodean. Dallas Jenkins es el guionista y director. Ha trabajado asesorado de un sacerdote católico, un pastor protestante y un rabino judío "para garantizar la fidelidad a los Evangelios", según sus palabras, "sin interpretar ni crear nada nuevo". El guión fusiona pasajes evangélicos literales con añadiduras de ficción.
La serie ha abierto un nuevo camino en la producción de contenidos audiovisuales. El modelo es simple. Cada temporada cuesta diez millones de dólares, paga quien quiere y después puede verlo todo el mundo. Es muy diferente a lo que hacen Hollywood y las grandes plataformas de distribución, que de momento miran cómo crece una alternativa al modelo hegemónico.
De hecho, en enero, la plataforma de reproducción que hay detrás de la serie, Angel Studios, anunció que había recaudado 47 millones de dólares con Gigafund. El objetivo de la ronda de financiación era "volver el control de la industria del entretenimiento a los consumidores y creadores" a través del micromecenazgo.
Un proyecto que nace del micromecenazgo
El proyecto de los hermanos Neal y Jeffrey Harmon, que crecieron en una granja de patatas en un rincón estadounidense, ya ha impulsado otros dos proyectos con esta estrategia. Aparte de The Chosen, llevan a cabo Dry Bar Comedy, un espectáculo cómico para familias con mil millones de visualizaciones al año, y la saga Wingfeather, un espectáculo infantil de animación en producción.
Estos hermanos, con formación en marketing y publicidad, son expertos en convertir los problemas en oportunidades. En 2014 pusieron en marcha Vidangel, una plataforma para omitir insultos, desnudez, sexo y violencia en las películas convencionales. Disney, 20th Century Fox y Warnes Bros denunciaron la alteración del contenido y fueron condenados a pagar una multa de 62,4 millones de dólares, que al final se negoció por reducir hasta los 9,9 millones.
Vidangel sólo tenía 2,2 millones de dólares y un millón de usuarios. Otro habría cerrado la choza, pero se hicieron fuertes. Pidieron ayuda a los fans, y en cinco días consiguieron que 8.000 personas les dieran 10 millones de dólares con micromecenazgo. Luego, anunciaron un nuevo servicio para filtrar contenido en Amazon, Netflix y HBO.
Así descubrieron el micromecenazgo. Y así surgió The Chosen. 75.346 personas habían donado 10 millones de dólares a finales del 2019 para pagar su primera temporada. Un año después 125.346 donantes ya habían contribuido con otros 10 millones para la segunda temporada. Y ahora The Chosen trabaja en su tercera temporada.
Una plataforma audiovisual donde deciden los espectadores
Ahora Vidangel y Angel Studios son dos empresas diferenciadas. Angel Studios, fundada en enero de 2021, se dedica exclusivamente a buscar dinero con microdonaciones para producir contenidos. Aseguran que son la única plataforma de creación de contenidos en los que quien decide qué se hace son los espectadores.
Por cada episodio piloto, rechazan treinta. En cada ocasión hacen dos preguntas a los espectadores que les visionan. La primera es hasta qué punto estarían decepcionados si el capítulo que han visto no tuviera continuidad. La segunda pregunta es si la historia que han visto da luz. Los hermanos Harmon, que son de contarlo todo con vídeos, dicen que muchos de los que llegan a Angel Studios lo hacen desde Hollywood, cansados de la burbuja.
Los Harmon, que tienen la sede de la empresa en un rincón de Utah, se propusieron que The Chosen llegue a los mil millones de espectadores en cinco años. Ya llevan una tercera parte. No tengan miedo, pidió Jesús a sus amigos. Parece que los hermanos de las patatas se lo han tomado al pie de la letra.
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