"El reconocimiento de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia no es el último horizonte"

Lucía Montobbio –CR Como decía Paul Ricoeur , "reconocer puede ser la base de lo que nos dejó dicho el Señor: amaos unos a otros". Éste es el paradigma del reconocimiento que se ha iniciado hoy día, según el teólogo y miembro del Centro de Estudios Cristianisme i Justícia Enric Vilà. Precisamente, en este "reconocernos" se encuentra la clave de lectura que Vilà da para seguir el nuevo cuaderno El reconocimiento de las personas LGTBIQ+ en la Iglesia, publicado por Cristianisme i Justícia, y escrito por sí mismo.

El autor del cuaderno, que se presentó hace unos días en Casal Loiola, subraya la importancia de recordar que "estamos hablando de personas, de vidas". "Con la etiqueta de gays o de homosexuales se pierde de vista que estamos hablando de una parte de la identidad del individuo, no de su totalidad". "Si consideramos sólo el adjetivo podríamos incurrir en el error de separar a un parte del grupo, al considerarla diferente del resto”, dice Vilà.

"El reconocimiento no es suficiente". Así lo puntualiza Montse Escribano, profesora de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer. Escribano también participó en el acto mediante un vídeo. Para ella, cuando se habla de acoger a personas que son tanto heterosexuales como homosexuales, "se está dejando de lado que ya son Iglesia". "Así pues, no es necesario que nadie las acoja, el reconocimiento no es el horizonte último", asegura la profesora.

Según Escribano, "podríamos atrevernos a pensar que estas personas son como la luz de aceite de la que habla el evangelista Lucas". Una luz que sirve a todo el mundo en la Iglesia para ver, observar y orientarse.

Del paradigma de la acogida, al de la normalidad. Este cambio ya puede verse entre los más jóvenes. Vilà comenta que en el acto asistieron más de 90 personas, la mayoría mayores de cuarenta años. Podría sorprender que no hubiera más jóvenes, pero el autor del cuaderno explica que ellos "ya han normalizado la diversidad sexual". "Nos miran con cara de... madre mía, éstos todavía están hablando de eso, como si se tratara de una batallita antigua", dice.

Derechos recogidos, no garantizados

Para que la sociedad alcance el paradigma de reconocimiento iniciado es necesario pasar primero por un paradigma del miedo. Vilà reflexiona sobre cómo se ha condenado a las personas LGBTIQ+ "a partir de interpretaciones literales de la Biblia". También hay que pasar por un paradigma de la misericordia, "donde se ha superado la criminalización y despatologización de la homosexualidad", afirma Vilà.

Todo esto, en Europa. Y es que, en otros lugares del mundo, recuerda Vilà, "encontramos vidas penadas con la muerte; o con terapias de conversión donde se ve la homosexualidad como una enfermedad a curar". También habla de un "alto índice de suicidios en edades adolescentes”. En este sentido, hay que prestar atención a las tendencias políticas europeas actuales que “están oscureciendo el panorama”. Todos los países europeos recogen los derechos de las personas LGTBIQ+, “pero los derechos retroceden y no existe una garantía de que éstos sean respetados.”

Vilà extiende la preocupación al ámbito eclesial, y analiza el estudio Rainbow Index of Churches in Europe 2020, donde se evalúa qué grado de inclusión existe por parte de la Iglesia a las personas LGTBIQ+. "Según los criterios evaluados, Cataluña y el resto del estado suspende en inclusión de las personas LGTBIQ+, queda mucho camino por hacer."

Ahora: un momento también óptimo

No todos los cuadernos de Cristianisme i Justícia van ligados a un acto de presentación. Sin embargo, como relata Santi Torres, director adjunto del centro de estudios, “en esta ocasión, hemos encontrado importante hacerla porque es un tema que se va reflexionando desde hace años en las diversas CVX, grupos de fe y de reflexión vida”.

Vilà sabe que este cuaderno podría haber llegado antes, en tanto que hace tiempo que se reflexiona sobre una Iglesia más abierta, más inclusiva. Pero ahora ha sido el momento propicio donde "todos los factores se han alineado para hacerlo posible", un tiempo que sigue siendo óptimo.

Y es que, habiendo un acercamiento significativo hacia las personas LGTBIQ+ por parte de las comunidades de base, y por parte del papa Francisco, como escribe el jesuita James Martin en el prólogo del cuaderno, “son todavía objeto de severas críticas por parte de líderes de la Iglesia". "Estas personas siguen siendo desconocidas, estereotipadas, y rechazadas”, subraya Martin.

Además, cabe recordar que la historia encuentra conexión entre pasado, presente y futuro. En este sentido, Torres dice que no hay pantallas que vamos pasando como en un videojuego, "hay una circularidad y lo que ha pasado ayer puede volver hoy, y lo que ocurre ahora puede volver mañana". Esta opinión es compartida por Manu Andueza, responsable del área teológica, que a su vez anuncia “presentaremos el cuaderno en diferentes centros, queremos invitar a la reflexión, y tenemos la intención de escribir un segundo cuaderno que recoja testimonios de personas LGTBIQ+ dentro de la Iglesia”.

Una tienda que se ensancha

Con la misma línea de trabajo, la teóloga Cristina Inogés, inauguró el curso en Cristianisme i Justícia, hablando de aquellos que están en los márgenes, la periferia y la frontera de la Iglesia: jóvenes, personas en situación de pobreza, mujeres, comunidades LGTBIQ+ o sacerdotes secularizados. "Hay que plantearse cómo damos voz a quienes nosotros mismos hemos relegado a estos lugares", porque "si en el puzzle de la sinodalidad nos faltan piezas, no habrá sinodalidad", decía.

En este sentido, Vilà recuerda la importancia de las palabras que se encuentran en el Documento de Trabajo para la Etapa Continental, en especial los puntos 25 y 26. En estos se hace referencia a Is 54, 2: “Ensancha tu tienda, que extiendan tus carpas. No lo impidas. Alarga las cuerdas y refuerza las estacas”. Una imagen muy descriptiva para la inclusión y reconocimiento de las personas LGTBIQ+.