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Por Josep Gallifa .

El confinamiento por la Covid-19 -como pudimos experimentar- incrementó el uso de las tecnologías de la comunicación en el teletrabajo, en las reuniones a distancia, en la educación y en particular en la enseñanza-aprendizaje en la universidad, y en tantos y tantos ámbitos...

La tecnología ya estaba, pero se ha acelerado y generalizado su uso y su aplicación en la comunicación. Todos la hemos tenido que usar en un momento u otro con normalidad y continuidad. Nosotros en la Universidad en unos primeros momentos para suplir la habitual presencialidad de maneras sustitutorias y de urgencia, tal vez no muy reflexionadas. Pero avanzamos, al igual que el conjunto de la sociedad, en la comunicación audiovisual a distancia.

Durante las nuevas olas, en mi facultad hemos experimentado nuevas formas de uso de la tecnología que serán características del mundo que nos vendrá, incluso cuando la pandemia haya quedado atrás(1). El mundo que vendrá será híbrido, es decir con uso de la tecnología pero combinada con la presencialidad. Ya conocíamos por las teorías del aprendizaje o por la tecnología educativa, lo que se denomina como "blended learning" o también enseñanza-aprendizaje "híbrida".

Efectivamente, en un momento dado, en este último semestre, fue posible que algunos cursos (primeros cursos) pudieran recuperar las clases presenciales. El hecho de que los grupos tenían que ser más reducidos, pero también debido a que algunos estudiantes convivieran con personas de riesgo, tuvieran alguna dificultad para desplazarse, o dieran en algún caso positivo en algún test, forzó la necesidad de hacer las clases, seminarios, trabajos de pequeño grupo e incluso exámenes, al mismo tiempo a distancia y presencialmente. Modalidades pues híbridas de enseñanza-aprendizaje.

Entramos en el mundo híbrido. Por suerte las aulas de mi institución ya estaban preparadas o se adaptaron con las características técnicas necesarias, además de sillas móviles, ordenadores y proyectores: cámaras giratorias, micrófonos de sala, etc ... para que fuera técnicamente posible. También fue necesaria la flexibilidad y creatividad del profesorado para entrar en este nuevo mundo híbrido.

Llegamos al final del curso y es un buen momento para hacer un balance. Los espacios híbridos de aprendizaje y de relación son la combinación del trabajo conjunto con la presencia de unos y la distancia de otros, trabajando en equipo de varias maneras, haciendo trabajos simultáneos, presentaciones, exposiciones de contenido, interacciones orales o escritas, etc. Hay también nuevas formas, que la tecnología facilita, de compartir ideas, de construir conocimiento colaborativamente, comunicar a distancia, e incluso de jugar, estando al mismo tiempo aprendiendo.

Lo que sabemos es que no es la mejor opción formativa en la universidad eso que explican muchos estudiantes del profesor que sale en un recuadro pequeño de la pantalla a hacer una clase, en forma de una "cabeza que habla", mientras se toman apuntes. Quizás lo tuvimos que hacer en un comienzo forzados por las circunstancias. Ahora, con más conocimiento e instrumentos, es tiempo de trabajar con los estudiantes con diferentes métodos activos, por retos, por proyectos, basándose en problemas, centrándose en adquirir competencias. Es tiempo de transformación, de facilitar con tecnologías y métodos nuevos una actualizada y auténtica formación.

El mundo híbrido lo seguiremos teniendo después de la pandemia, no sólo en la universidad, sino en general en las formaciones de todos los ámbitos, en las reuniones más diversas, por supuesto en los congresos y los encuentros internacionales. Seguro que encontraremos nuevas funcionalidades. La mayor parte de las profesiones intelectuales estarán en el mundo híbrido, es pues un aprendizaje también formativo y fundamental para los estudiantes. También estarán las profesiones de ayuda y de consejo o asesoramiento, como ya sucede ahora con las profesiones relacionadas con la salud mental. Tengo colegas, me refiero a psicólogos acreditados, que hacen actualmente más asistencia y acompañamiento a distancia que presencial, incluso cuando está involucrada la salud mental de la persona.

El mundo híbrido cambia el "espacio", pues permite reducir las distancias. También puede hacer ganar tiempo al evitar desplazamientos. Sin embargo no cambia necesariamente la variable "tiempo". El "tiempo", en el mundo híbrido - afortunadamente- también depende de la persona, lo podemos definir nosotros. "El tiempo es superior al espacio" dice el Papa Francisco (EG 222). La tecnología en el mundo híbrido se puede poner también pues al servicio del desarrollo humano integral.

Referencia:

(1) Gallifa, J., Amorós, C., Montané, M. (2021). Teaching and Learning under Covid-19 in the Educational and Higher Education Systems of Catalonia and Spain. Journal of the World Federation of Associations for Teacher Education, 4(1), 42-55.

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