"En la vida se puede vislumbrar la suave guía de Dios"

( Salesianos ) Hace tres años fue elegido presidente de Cáritas Europa, desde hace 13 años es obispo de Gante (Bélgica) y hace más de 46 años que es sacerdote. Pero sin la inesperada visita de un misionero, un tío lejano en China, nadie sabe cuál sería la manera de vivir de Luc Van Looy.

Desde hace años, este obispo salesiano y exvicario del rector mayor entre los años de 1996 y 2003, ha fijado su mirada hacia el pasado. Fruto de esta investigación ha escrito el libro-entrevista 'La guía silenciosa de Dios' que se entregado a Ángel Fernández Artime, el actual rector mayor.

¿Cuál es el tema principal del libro?

Es mi experiencia salesiana desde mi juventud hasta la actualidad. La pregunta que nos hicimos al principio del libro (Netwerk voor de mensen van Dios) fue: "¿Cómo interviene Dios en la historia de un hombre?". Mirando hacia atrás nos dimos cuenta de algunos acontecimientos de la vida que, individualmente, no son fáciles de comprender. Sin embargo, hay momentos en la vida, con fe, en los que se puede vislumbrar la suave guía de Dios.

Entonces, como es que se hizo salesiano?

Es el punto principal. Estudiaba en la escuela de los jesuitas y suspendí una materia. Los jesuitas sugirieron a mi padre que me enviaron a un internado y aconsejaron dos opciones: los redentorista o los salesianos. Un día durante el desayuno discutíamos mis padres y yo sobre dónde tenía que ir y de improviso llegó un tío lejano, un sacerdote misionero en China que venía varias veces al año, y le dijo a mis padres : "Si desea educar bien a su hijo, envíelo con los salesianos".

Recuerda otros "coincidencias"?

Sí. Este misionero pariente murió en China dos semanas antes de que yo me fuera de misionero hacia Corea y me dejó su cáliz. Una vez en Corea, descubrí mi carisma misionero. Pero si no hubiera ido a Corea nunca habría sido inspector, porque Bélgica era una Inspectoría muy grande. Como superior de Corea me llamaron para asistir al Capítulo General y fui elegido Consejero General. Y si yo no hubiera estado en Roma no me habrían elegido como obispo para que el Vaticano me conocían como el vicario del rector mayor.