Pasar al contenido principal

Miquel Barbarà, decano-presidente del Capítulo de la Catedral M y P de Tarragona, escribía este artículo el pasado 8 de septiembre de 2013, Solemnidad de la Virgen, Patrona de la Archidiócesis, que hemos querido reproducir por su actualidad.

AL CARDENAL VIDAL I BARRAQUER. UNA DEUDA TODAVÍA

Estamos en deuda con el cardenal Vidal i Barraquer. El Seminario no nos hablaron nunca. Sólo hacía mención el barbero, el Sr.. Julián. Y él, con su lenguaje decía: si volviera el "Cadernal" ... (lo decía así) y quedaba en suspenso la frase. Fue Hubo un pacto de silencio. Ni sus más adictos enpodían hablar, como es el caso de su amado secretario, el Dr.. Juan Viladrich, que estuvo con el cardenal refugiado en Poblet, que le acompañó en el exilio y estaba con él cuando murió en la Vallsainte, en Suiza. El Dr.. Viladrich era un hombre muy fiel y de una gran reserva. Externamente podía parecer que se había olvidado del cardenal. Pero no. Ahora sabemos que mientras aquí se guardaba una gran discreción, él y otros prohombres, como el Dr.. Carles Cardó, estaban en contacto y hacían sus informes a Roma.

Eran hombres fieles, discretos y clarividentes. Por ejemplo, en uno de estos informes, si no recuerdo mal, de los años cincuenta del siglo pasado, el Dr.. Carles Cardó ya profetiza: nos quieren dividir Cataluña y no por motivos pastorales sino por motivos políticos. Han hecho falta más de 50 años paraa ejecutarlo ... pero finalmente se ha hecho. Honor al profeta y desgracia los ejecutores.

Costó recuperar la memoria del cardenal Vidal i Barraquer a causa de las personas más fieles a Franco que en el Evangelio que debe vivir la Iglesia. Franco no le dejó volver ni vivo ni muerto. Cuando murió en Suiza, en 1943, los monjes cartujos pensaron que, como el prendrien hacia Tarragona, no la habían de enterrar. Dejaron la caja en un altar lateral de la iglesia esperando que le tomaran hacia Tarragona. Tuvo que esperar 35 años para volver a Tarragona, sin enterrar.

Y aunque en 1978, el año del retorno de los restos mortales - y lo digo con seguridad porque intervine - a la hora del regreso tuvimos un cierto miedo deque pasara algo, de tal manera que el furgón con la caja de los despojos llegó a la Archidiócesis un día antes de lo que consta oficialmente. Estuvo escondido en una iglesia de la costa y la mañana siguiente entró el furgón en la autopista, saliendo como si llegara de Suiza.

El retorno de los restos mortales del cardenal Vidal i Barraquer fueuna fiesta impresionante de toda la sociedad catalana. El Arzobispo Pont i Gol constituyó una comisión amplísima en la que estaba representada todos la realidad eclesial y civil de Cataluña. Habíamos pactado con el Presidente Tarradellas, en San Martín-Le-Beau, que el Gobierno de la Generalitat no sería para evitar cualquier interpretación política, pero que el Gobierno vendría a Tarragona unos díasluego a rendirle homenaje, como así se hizo. Todos pudimos apreciar que su cadáver está incorrupto.

Quien además inició la recuperación de la memoria del cardenal fue Mn. Ramon Muntanyola que publicó el libro Vidal i Barraquer, el cardenal de la paz. Muchos clérigos se van, nos dimos, añadió. Después el hombre clave para la recuperación de la memoria; Ría del cardenal de la paz fue el Arzobispo Josep Pont i Gol. Este era muy consciente de lo que fue e hizo el cardenal y tenía muy claro que debía promover el retorno de los restos mortales del cardenal. Un hombre, Pont i Gol que, aunque escondido en un desván, donde estuvo durante los años de la guerra, vio por una ventanilla lo que pasaba en la plaza del pueblo, Palau de Anglesola, al llegar las tropas franquistas, y en ese momento - y tiene mérito pensarlo en aquella situación - ya dijo: no es eso. Se le representó claramente lo que había visto en Roma en tiempos de Mussolini. Pont i Gol lo tenía claro.

Para la Archidiócesis de Tarragona es como un enigma que los dos líderes de las dos posiciones de la Iglesia en aquellos años y en aquellos hechos fueran dos cardenales hijos de ésta: el cardenal Vidal i Barraquer, hijo de Cambrils, y el cardenal Gomá, hijo de La Riba. Y los dos cuando eran canónigos de la catedral ya no se llevaban, ya tenían visiones diferentes de las realidades eclesiales.

Sobre Vidal i Barraquer no sólo tenemos que lamentar el silencio, o el desprecio. No. Hay más: se han esparcido muchas falsedades, muchas calumnias, muchas mentiras o medias verdades,que son las peores de las mentiras.

Se ha hecho mucho en la recuperación de la auténtica memoria del cardenal de la paz, pero aún queda mucho por hacer.

Pienso que debemos estar agradecidos al Arzobispado de Tarragona que en la proximidad de las beatificaciones en Tarragona de 522 mártires, haya establecido el Año Vidal i Barraquer con una serie de Iniciatives que van en la dirección mencionada. En honrar los que fueron martirizados en odio de la fe no podemos olvidar o dejar en la penumbra muchas otras personas que tuvieron que sufrir otras clases de martirios. Hay personas que no los mataron, pero les destrozaron por completo su vida. Un largo, penoso y muy doloroso martirio. Como es el caso de Vidal y Barraquer. Él aceptó que la iban a matar quan en Poblet salió a requerimiento del comité y dijo al beato Manuel Borrás, su Obispo Auxiliar: usted quedes aquí y haga todo lo que pueda para la Archidiócesis. Su Vicario General, el Dr.. Rial, escribió que el cardenal Vidal y Barraquer era el primer mártir. El actual Arzobispo, el Dr.. Jaume Pujol i Balcells, lo afirma de manera clara y bella: La tristeza acompañó el cardenal Vidal i Barraquer hasta la muerte. Fue el martirio del corazón. Era el Pastor de la Arquidiócesis en comunión con el que murieron los mártires que son honrados como beats y muchos otros que deben ser reconocidos por todos nosotros aunque por ahora todavía no los podamos decir beats. Debemos hacer un reconocimiento a todos los que partieron de una manera u otra la muerte cruenta o la muerte a base de golpes que destrozan la vida, tanto si tienen mucho reconocimiento como si no tienen tanto.

Este año Vidal y Barraquer ayudará, sin duda, a disminuir la deuda con el cardenal. Con palabras de uno de los promotores diocesanos, Mn. Manuel Fuentes, debe servir para explicar en referencia a Vidal i Barraquer el compromiso con la Iglesia catalana ... el esfuerzo por crear puentes de diálogo ... y se pretende recuperartambién su labor constante desde el exilio: su trabajo por la paz y la preocupación por proteger de la persecución su iglesia.

Somos fieles con respecto a disminuir esta deuda. Según un monje cartujo que le asistía, el cardenal hacía vida de monje como un cartujo y dijo: era un santo!. Aumentará esto nuestra deuda?

Miquel Barbarà Inglés

________________

Foto: Escultura del cardenal Vidal i Barraquer en Cambrils

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.