Pasar al contenido principal
Por La puntada .

Contrast.jpg

(Ramiro Pàmpols)

Nuestra parroquia de Tocoa, dedicada a "San Isidro Labrador", está en el Departamento de Colón, al norte de Honduras, y tiene por capital Trujillo, a orillas del Mar Caribe. La diócesis tiene una numerosa población de etnia garífuna (esclavos traídos de África, pero que al hundirse el barco, se salvaron huyendo a una pequeña isla. Después, poco a poco, se introdujeron en el continente a través de Honduras, y otros lugares). Nunca fueron esclavos.

Pero son, todavía actualmente, los ciudadanos más pobres del Departamento junto a los miskitos, otra etnia que sufrió la esclavitud, y que vive sobre todo en la Costa Atlántica de Nicaragua. Ambas etnias conservan manifestaciones muy arraigadas, bailes y oraciones, en relación con la divinidad. Aunque ya hay monjas y sacerdotes garífunas, su estilo de vivir la fe rezuma aquella ancestral referencia a Dios.

La parroquia de Trujillo se fundó en 1932. Dos curas catalanes fueron sus primeros responsables: el P. Pons y P. Martorell. Y el primer obispo fue Jaume Brufau Macià, CM. Todos ellos eran de la Congregación de San Vicente Ferrer.

Hay que decir que casi la mitad de la población se ha ido adhiriendo a pequeñas y muy numerosas confesiones evangélicas. De hecho, las dos realidades cristianas, católicos y protestantes, viven desgraciadamente, ignorándose mutuamente. El número de habitantes de nuestra demarcación es aproximadamente de unos 120.000.

Lo más interesante es cómo está organizada la parroquia: al más puro estilo de las Comunidades Eclesiales de Base, las CEB de Medellín y Puebla. El organigrama es el siguiente:

1. Las CEB son el núcleo que aglutina la comunidad de cada barrio: incluye a las personas de un barrio determinado y, si el barrio es pequeño, están constituidas por dos barrios.

2. Cada CEB tiene un Consejo Eclesial donde están representadas todas las actividades pastorales de la comunidad: los llamados Agentes de Pastoral: Delegados de la Palabra, Catequistas, Movimientos Apostólicos (Movimiento Juan XXXIII, Cursillos de Cristiandad, Pastoral Familiar, Pastoral Juvenil, carismáticos, Grupo de Oración, Ministros de la Eucaristía, ...).

3. Las Zonas parroquiales agrupan diferentes CEBs de un espacio geográfico determinado. Nosotros tenemos cuatro zonas en nuestra parroquia. Yo soy responsable de dos zonas. Cada zona tiene también un Consejo de Zona con su coordinador y un representante de cada movimiento y actividad pastoral de las comunidades de la zona.

4. Los Sectores son los espacios más amplios que integran las zonas, o bien varias pequeñas poblaciones y comunidades. En nuestra parroquia hay ocho Sectores. Yo acompaño el Sector "rigor", que está a muchos kilómetros del núcleo urbano.

Cada semana se reúne cada Consejo Eclesial de cada comunidad y cada mes se reúne cada Consejo de Zona y cada Consejo de Sector.

Como veis, es una estructura algo compleja que a veces tiene el inconveniente de no poder dar abasto para que una persona pueda ir a varias reuniones. Por eso suelen decir, medio sonriente, que llevan demasiado "sombreros" (responsabilidades).

Cada compañero jesuita se hace cargo de una zona o dos, y de un Sector. Lo curioso es que convivimos en casa cuatro culturas diferentes: la hondureña, la estadounidense, la catalana y la garífuna.

En conjunto, la parroquia consta de unas 130 comunidades, cada una de las cuales dispone de una pequeña iglesia construida por los propios vecinos del barrio. El estilo de cada iglesia es muy variado, desde las más humildes, con paredes de bloques de cemento y unos bancos de madera sin pulir, o bien una pequeña capilla un poco "chocante", debido al diseño inventado por el compañero sacerdote estadounidense que, como fue el destinatario del préstamo del dinero, decidió también el estilo de la capilla ...

El número de miembros de cada comunidad varía mucho: entre dos o tres familias y un centenar de personas. ¡Lo difícil de contar son los niños, que quizás son más numerosos que los adultos!

Esto supone celebrar una o dos misas diarias, una en cada pequeña comunidad. Raramente hay un día que no tengas que celebrar... Nos reunimos al atardecer, cuando todo el mundo ha dejado el trabajo y acabamos después de una hora y media de celebración. Les gusta mucho cantar y no tienen ninguna prisa para entonar, a ritmo de ranchera, todas las partes de la Misa.

Un buen número de comunidades están en la montaña y no se puede acceder sin coche. Hay que caminar una o dos horas cuando el jeep no puede ir más allá. Otras están a más de 15 km. del núcleo urbano. Se pueden imaginar las peripecias para llegar a lugares bien cuesta arriba y con barro por todas partes. ¡Cuando he ido a alguno de estos lugares, no me he sentido tranquilo hasta la vuelta!

Una novedad de las celebraciones eucarísticas es que el comienzo de la Misa es presidido por un laico o laica: Saludo, acto penitencial, colecta y primera lectura. Igualmente las intenciones y la acción de gracias final.

Todas las reuniones de CEB, Zona o Sector están preparadas por ellos. Se inician con el orden del día, la revisión de los acuerdos de la reunión anterior, el quórum de asistentes, el debate de los temas, los nuevos acuerdos y la oración final. Eso sí, siempre acompaña la reunión un modesto tentempié.

Personalmente pongo toda la "carne" en la homilía que siempre es compartida. Aquí es donde aparece la gran finura y calidad espiritual de las personas ...

También hay que decir que el estilo de las celebraciones y las expresiones litúrgicas es bastante tradicional, con una gran dosis de religiosidad popular. Pero, como os he dicho, con respecto a la experiencia espiritual de la gente, es de una notable profundidad.

Deciros para terminar, que tengo que ir a los lugares más alejados de "rigor" con una vieja y destartalada camioneta Toyota color café, un jeep de una gran potencia de motor, una suspensión de ballestas de acero muy dura y tracción en las cuatro ruedas, abriéndome paso por caminos de tierra infernales, llenos de baches por todas partes, especialmente en la estación de lluvias intensas.

A modo de anécdota: hace unos días al salir de una comunidad, en plena oscuridad, se quedó el jeep sin luz y me tocó conducir 15 km en la oscuridad. Lo peor es que tenía que atravesar tres puentes sobre el río Aguán, durante el itinerario. Tenía miedo de no "acertar" ... Cuando aparecía un coche en dirección contraria paraba el mío, para evitar que toparan. Suerte que al llegar a Tocoa se encendieron milagrosamente los faros. La ciudad estaba también a oscuras por un corte de la energía eléctrica. ¡Pienso que "la luz de la luna" me salvó del susto! Y por qué no decirlo: ¡un gesto amable del ángel de la guarda!

Como veis, se trata de un trabajo parroquial "algo" diferente de la que hacía muy gustosamente en Sant Albert i Sant Ramon, en mi barrio de Hospitalet de Llobregat!

Lo peor de todo, que nos agobia con sólo pensarlo, es que tenemos un asesinato cada 80 minutos en nuestro país.

Grupos

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.