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Por La puntada .

Marco Roselló es presidente de Som Energia *

Democratizar la energía

El acceso fácil a la energía ha sido un elemento clave para el desarrollo de nuestra sociedad moderna, pero, desgraciadamente, en los últimos años de historia, hemos fundamentado el generar este acceso sobre un modelo centralizado, deebido al uso de combustibles fósiles como fuente principal de energía. Las consecuencias son varias: un gran impacto ambiental, el control por parte de grandes empresas del sistema de generación y distribución, la dependencia para acceder a las fuentes convencionales fósiles y una falta de cultura energética entre la ciudadanía.

Por el contrario, el aprovechamiento de los recursos naturales propios de cada zona, renovables y accesibles en cualquier sitio, permite transformar este modelo actual y favorecer una mayor participación de las personas en un aspecto tan básico y esencial para nuestras vidas como es la energía.

En nuestro país, sufrimos un retraso histórico respecto de otros países europeos donde las experiencias de cooperativismo energético han demostrado que, si nos unimos para pedir un cambio de modelo energético, tendremos la fuerza necesaria para conseguirlo. Cientos de miles de personas son propietarias de cooperativas que les proporcionan energía verde, producida por molinos de viento, placas solares o plantas de biogás. Una energía generada exclusivamente a través de fuentes renovables, limpias y sostenibles. Como ejemplo, el caso flamenco de Ecopower: diez años de trayectoria, plantas propias y 30.000 socios. Y también Enercoop en Francia: una cooperativa nacida en 2005 que tiene más de 10.000 socios y socias.

Recientemente, sin embargo, ha nacido en Cataluña Som Energia, una novísima cooperativa de consumo sin ánimo de lucro que ya reúne a más de cuatro mil cuatrocientos socios con tres ejes claves constitutivos: la comercialización de electricidad verde, la inversión bajo criterios de desarrollo local y sostenible en nuevas instalaciones de energías renovables -de plantas de biogás, fotovoltaica, de biomasa o eólica-, y una neurálgica pedagogía y educación ambiental para neutralizar el despilfarro energético y reducir nuestro consumo desbocado.

Tres ejes para una nueva cooperativa de consumo que tiene como objetivo ofrecer energía 100% verde y renovable y que ayude a transformar nuestro país en un territorio más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Y con una meta clara: con el tiempo, disponer de instalaciones propias de generación de energía que nos hagan avanzar, como sociedad, hacia un modelo autónomo, menos dependiente, más eficiente y más ecológico, más soberano y más democrático.

La realidad siempre manda, en el 25 aniversario del accidente de Chernóbil o después del terrible accidente de Fukushima, que ha vuelto a poner en la palestra el riesgo de la energía nuclear, Som Energia llega a tiempo. Con las mejores noticias para el medio ambiente, para el país y para el cooperativismo. A pesar de la hostilidad de un mercado energético dominado por las grandes corporaciones, ya tenemos en nuestra casa una opción cooperativa, ética, comprometida y que defiende un modelo local y de proximidad. Pues sí: ya podemos estar conectados a la energía verde, alimentar y enchufar cooperativamente nuestra actividad y reaprender una vez más cómo podemos combatir el despilfarro y avanzar en la eficiencia energética.

Marco Roselló

* Som Energia ha ganado el Premio Solar Europeo 2012

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