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El Deuteronomio es un libro bíblico gestado posiblemente en los medios Levítico del reino del norte. Es una de las dos grandes tradiciones que nutren el Pentateuco. Tiene la estructura de los grandes tratados de vasallaje de la antigüedad y la primera lectura de este domingo lee un fragmento correspondiente al preámbulo previa a las cláusulas. Este es un nuevo comentario para las lecturas de este domingo que nos hace el teólogo Josep M. Solà.

LA OTRA LEY

Muchos biblistas admiten que el libro del Deuteronomio tiene su origen en la predicación de los profetas del reino del norte. Se puede ver en la afinidad del contenido social de su capítulo 15 con la predicación social de los profetas. Los levitas tienen un papel importante dentro del Deuteronomio, pues más de una vez aparece la recomendación de no dejarlos abandonados (Dt 12,19; 14,27). Seguramente es en torno a los levitas que se encuentra el origen del movimiento deuteronómico. Ellos nutrían el grupo que ejercía las funciones cultuales en los santuarios del reino del norte. Las invasiones asirias, que comenzaron el 734 aC. y acabaron con la caída de Samaria en 722 aC. aniquilaron políticamente el reino, pero no sus tradiciones. Los levitas, que huyeron hacia el reino de Judá, el del sur, hicieron posible que las tradiciones sobrevivieran y se fusionaran con las tradiciones existentes en el reino de Judá. En esta fusión jugó un papel importante la reforma cultural del rey Ezequías. Es en esta época que se fija por escrito una primera colección de leyes, que ampliada llegará a ser el Deuteronomio, pero eso duró poco tiempo. Durante los 40 años del reinado de Manasés, el Templo de Jerusalén se llenó de ídolos para favorecer el asirios y el Deuteronomio quedó olvidado. Con el advenimiento de Josías, rey de Judá y gracias al debilitamiento de Asiria, se inició una nueva reforma cultual. En unas obras de reforma del Templo se descubrió el libro de la ley. Fue llevado al rey y éste en hacer una proclamación pública delante de todo el pueblo (2Re 23,1-3). Deuteronomio significa el otro ley y recibe este nombre para distinguirse de las demás leyes contenidas en los restante libros de la Torá.

Durante muchos años se defendió que el Pentateuco (la Torá) estaba alimentado por cuatro tradiciones: La yahvista, iniciada en tiempo de Salomón y que da a Dios el nombre de Yahvé, la Eloista, situada en el reino del norte y llama Dios, Elohim, la Sacerdotal para que se supone se originó en los medios sacerdotales de los exiliados en Babilonia y la Deuteronomista de la que hemos hablado. Actualmente, ante las dificultades que supone establecer el contenido, extensión y límites de cada una de las tradiciones, se tiende a reducirlas a dos: la deuteronomista y la sacerdotal que habría incorporado documentos antiguos y de diversa procedencia, que corresponderían al que hasta ahora ha llamado tradición jahvista y elohista.

En cuanto al texto de la primera lectura de este domingo (Dt 4,1-2.6-8), hay que darse cuenta que la estructura del libro del Deuteronomio se ajusta al esquema de los tratados de vasallaje del época. Estos iniciaban con un preámbulo, que describía los hechos históricos que motivaban el pacto (correspondería a Dt 1-11), seguían las cláusulas del pacto (12-26), se aseguraba que el tratado fuera recordado (27,8; 31,9 a 13), se ponían testigos (31,24-28) y terminaba con las bendiciones para quien cumplía y las maldiciones por quien no (27-28). Los tres primeros capítulos del libro han descrito los acontecimientos históricos, que han puesto de manifiesto el favor de Dios hacia su pueblo. Ahora le toca a Israel corresponder. El texto litúrgico forma parte, pues, de este gran discurso preparatorio, que precede a la enumeración de las cláusulas del tratado. La referencia en el país, que Dios da y que se toma en posesión indica que las leyes del Deuteronomio son las condiciones indispensables para vivir en la tierra de Israel en paz y prosperidad.

Otro tema sobresale: la sabiduría. Igual que los pueblos de la tierra admirando a Salomón per su sabiduría, los pueblos dominadores también admirarán la sabiduría contenida en la ley de Israel. Observando la ley de Dios, Israel adquirirá la sabiduría. El texto se convierte esencial para establecer la identificación de la Torá, la ley con la sabiduría (Sir 24,23-34).

Domingo 22 durante el año
2 de Septiembre de 2012

Foto: Portada del Deuteronomio en la "Biblia de San Paolo "

www.parroquiadesantjosep.org

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