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Por Francesc Riu i Rovira de Villar .

Los primeros días de noviembre de 2012 la ciudad de Barcelona es testigo de un hecho inusual: la ‘visita’ de la reliquia de un santo de la Iglesia Católica que en el año 1886 la visitó personalmente. Entonces Don Bosco ya tenía fama de santo, y su visita suscitó el interés de miles de barceloneses, que acudieron a la villa de Sarriá para verle de cerca, escuchar su voz y ser testigos de algunos de los milagros que Dios realizaba a través de él.

Eran años difíciles por razones muy diversas, y unas personas con recursos y solidas convicciones religiosas habían logrado que en el año 1884 Don Bosco enviase a Barcelona un pequeño grupo de salesianos con el objetivo de fundar unos ‘talleres’ que diesen formación a los muchachos que, por las calles de la ciudad, buscaban trabajo sin ningún tipo de preparación para realizarlo. A menudo estos jóvenes eran objeto de abusos, como sucedía en otros lugares. Dos años más tarde el mismo Don Bosco vino a Barcelona con el propósito de consolidar su obra y preparar el terreno para otras fundaciones en España y en otros países. Ahora, el carisma de Don Bosco está presente en 135 países de los cinco continentes, y la Familia Salesiana se prepara para celebrar el bicentenario del nacimiento de su Fundador, que tuvo lugar en el año 1815.

En el contexto de la preparación de esta efemérides, el Rector Mayor de los salesianos ha considerado oportuno que una reliquia significativa de Don Bosco ‒un fragmento de su brazo derecho‒ ‘visite’ todas las presencias salesianas del mundo, con una única finalidad: suscitar el interés de todos los miembros de la Familia Salesiana por conocer a Don Bosco más a fondo y reafirmar así la fidelidad a su carisma, un carisma que ha motivado que, en el año 1980, el papa Juan Pablo II lo proclamase Padre, Maestro y Amigo de los jóvenes.

No debe sorprendernos que ahora la ‘visita’ de una reliquia de Don Bosco despierte el interés de mucha gente, mucha más que la que era previsible. De algún modo, Don Bosco sigue presente en la vida de las personas que hemos tenido la oportunidad de beneficiarnos de su amor incondicional por los jóvenes, que siempre fueron su opción preferente.

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