Pasar al contenido principal
Por Josep Gallifa .

No pretendo agotar el tema de cómo se vive la dimensión religiosa en un país multiconfesional como Estados Unidos y qué lugar tiene el catolicismo (aproximadamente un 24% de la población) en un contexto donde el protestantismo es mayoritario (aproximadamente un 51%) , pero donde hay otras minorías religiosas no cristianas, alguna bien influyente. Tampoco quiero profundizar en lo que supone la religión para aquella sociedad, un país con tradición de libertad religiosa. Daría para mucho, pero me voy a centrar en explicar una experiencia más vivencial ya hacer alguna reflexión.

Viví un año y medio en Estados Unidos, en diferentes estados, diferentes tamaños de ciudades, y con presencia religiosa cristiana diferente. Una serie de rasgos me llamaron la atención sobre la forma como se vive la religión cristiana de manera bastante generalizada: el fuerte sentido de comunidad, la calidad de las celebraciones religiosas: El cuidado que se pone en los cantos, las homilías, la acogida de las personas de fuera de la comunidad, etc. Seguramente tuve un poco de "síndrome del expatriado" que te hace ver las virtudes de todo lo de fuera, que asocias a la experiencia intensa de estar inmerso en una realidad nueva que te sorprende. Sin embargo con la distancia del tiempo lo relativizas, que aquí también sabemos hacer las cosas bien!

En lo que quería entrar es a contar una experiencia concreta: Durante las diversas estancias en los US conocí y me relacioné sobretodo con personas del mundo intelectual y de la universidad y pude captar como es tratada la religión en estos ámbitos a partir de detalles muy sencillos. Por ejemplo, durante varios meses una beca de la fundación estadounidense Eisenhower me permitió que me entrevistara con un centenar de personas dedicadas a la política y la gestión universitarias de diferentes puntos del país: profesores e investigadores de universidad, rectores, instancias federales, agencias de calidad, etc. A lo que iba: En estas visitas descubrí que cuando decía en mi autopresentación "soy católico", el interlocutor normalmente sonreía y acogía la frase como con una cierta complicidad y normalmente pronunciaba algún comentario positivo. A menudo no iba a más la conversación, pero a veces sí que continuaba y el interlocutor me contaba su relación con el cristianismo. Indefectiblemente la acogida era positiva, era como decir: Además de otras cosas: la familia, de donde uno es (Barcelona!), lo que uno hace, donde trabaja (URL!), qué piensa o vive, .. ser una persona religiosa es interpretado como "ser una persona correcta y positiva para su comunidad". Con esta acogida positiva te decían algo así como: "me alegro!". Tanto es así que incluí este dato en mi autopresentación, yo que estaba acostumbrado a que aquí, en nuestro contexto intelectual, se considera un dato sin relevancia y que alguna vez no es entendido positivamente. Hay que remarcar que estaba-como he dicho-en el mundo académico universitario. El contraste con lo que pasa aquí es evidente.

Dos reflexiones sencillas, que seguramente tendrían que matizar más, pero que avanzo:

Primera que, quizá porque los Estados Unidos es un país relativamente nuevo, quizá por la tradición de libertad religiosa, sea por lo que sea, pero la religión es-en general-considerada una dimensión positiva para la persona. Una persona religiosa es equivalente a persona con principios, que contribuye a su comunidad, preocupada por los demás, ... Esto no quiere decir que consideren que se deba discutir sobre temática religiosa (diferencias doctrinales, particularidades de cada religión ...) normalmente no lo hacen, porque entienden que no hay que entrar en la libertad individual de que cada uno pueda vivir según su fe. Es una forma de entender el pluralismo.

Segunda: Las religiones en general se cree que realizan una contribución positiva a la dimensión colectiva, en el espacio público. Quizá por la tradición de pragmatismo y utilitarismo, pero la religión tiene un valor social reconocido, sin que esta dimensión disminuya las otras esferas de la vida. Un país pues, a veces considerado desde aquí como individualista y materialista, pero donde la modernidad y el progreso no tienen nada que ver con marginar la religión. En general en Europa, y sobretodo en España, la modernidad ha entendido que la religión debe quedar en una esfera privada, y a menudo esto quiere decir que no se debe mencionar, que no debe contar. En Estados Unidos cuenta, aunque no se hable demasiado de una u otra religión, como para no crear desacuerdo. Una perspectiva a considerar desde aquí. No parece que haya muchas opciones más que desarrollar marcos para acoger la pluralidad real, en el contexto multicultural y multirreligioso en el que también vivimos ... y valorar la aportación positiva que las religiones hacen a la sociedad.

Grupos

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.