Pasar al contenido principal
Por Jordi Llisterri i Boix .

Este domingo un llamativo titular del ABC decía que "Aumenta el número de católicos que acuden a misa en España". Caramba. El ABC lo comparaba con los datos de la encuesta del CIS de hace un año y decía que había subido un 2,1% el número de fieles asistentes a la práctica dominical. Y que esto se traducía, a ojo, en unos siete millones de españoles que van a misa, el 15%.

No seré yo quien amargue la alegría de celebrar que no somos cuatro los que vamos a misa. Pero es que el resto de comparativas con la encuesta de hace un año son todas negativas, empezando por las personas que se declaran católicas en España, que baja 2,3 puntos en un año. Así, el titular me pareció de un entusiasmo exagerado, que coincide más con la prestidigitación que se puede hacer con cualquier encuesta, que con una conclusión cierta.

Primero porque, viendo el detalle, ya empiezan no sumando bien. Como se puede ver fácilmente (aquí en la pregunta 32), el 15% que afirma ir a misa (más estrictamente a actos religiosos porque incluye gente de cualquier creencia), es el 15% de los que se declaran miembros de un confesión, no el 15% de la población. Ponderando este resultado con el total de la encuesta no da el 15% sino el 11,2% de la población.

Pero centrándonos en este porcentaje (al que se supone que habría que sumar el 2% de la población que dice ir a misa cada semana) la comparativa con el 2011 es absurda. En este tipo de encuestas no especializadas, dar demasiada importancia a dos o tres puntos de diferencia se hace sólo cuando se quiere barrer para casa: hay que mirar tendencias a más largo plazo.

El ejemplo más claro es que la pregunta de a qué religión pertenece, durante el 2011 oscila cada mes y se mueve entre el 74,3% y el 70,1%, es decir, 4,3 puntos de diferencia, como una especie de prima de riesgo en la que, de un mes a otro, aparecieran y desaparecieran varios miles de católicos. Para sacar conclusiones, habría que mirar una serie más extensa, por ejemplo, qué decía hace diez años (que por cierto, ponía 82,1%).

El CIS tiene la virtud de ofrecer series continuas y con ello se puede ver donde estaría realmente el titular. Que este 11,2% de la población española que cada domingo va a misa, hace cinco años era el 12,2%; hace diez años, el 16%, y hace treinta años, el 31,9%. Dentro de cinco, diez o treinta años podremos sacar conclusiones de cómo evoluciona el número de católicos que van a misa en España hoy. Pero, por ahora, la conclusión es que se ha dividido por tres en treinta años, o que ha bajado un tercio en los últimos diez años.

Si miráramos los números de Cataluña, encontraríamos una realidad parecida. Pero cuando salga la próxima encuesta del CIS segmentada en Cataluña me gustaría encontrar un titular tan parcialmente optimista como el del domingo pasado en ABC. Por ejemplo, si quieren recordar que aplicando cálculos similares con las mismas encuestas del CIS, de los siete millones de españoles que van a misa, un millón serían catalanes.

Pero no creo que vaya por ahí, servirá para repetir que Cataluña es la zona más descristianizada de Europa, cosa que, con los números en la mano, no es verdad (ya hablaremos más de ello otro dia). La verdad es que tanto en Cataluña como en cualquier rincón de España los datos han sido a la baja en los últimos años. Con obispos de un color y de otro. Pero no siempre merece la pena hacer un titular y es más atractivo sacar las cosas de contexto para que parezcan lo que no son, porque ya nos va bien para dar por hecha una película que no existe.

Grupos

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.