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(Jordi Llisterri-CR) Reconocimiento institucional este jueves por la tarde en el Palau de Generalitat para los 25 de diálogo de la Fundación Joan Maragall (FJM). El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el cardenal Lluís Martínez Sistach presidieron el acto de celebración del aniversario de esta fundación del arzobispado de Barcelona pionera en el diálogo dentro del mundo de la fe y de la cultura. Una iniciativa del cardenal Jubany que ahora ha cumplido 25 años.

En el acto en la sala principal del Palau, el presidente Artur Mas alabó el servicio que ha hecho la FJM para "la intersección entre el cristianismo y la cultura", un modelo que ha practicando en diversos ámbitos la Iglesia catalana. Puso como ejemplos fruto de esta intersección las escuelas cristianas, la obra de Gaudí, las universidades de inspiración cristiana, Cáritas, los centros de Esparcimiento, los centros culturales católicos en todo el territorio o los medios de comunicación imimpulsados ​​por la Iglesia en Cataluña.

Para Mas, estos ejemplos y la FJM son una muestra de "la sintonía entre la Iglesia, la cultura y el cristianismo, con el movimiento que vive el país". "Entidades que piensan, dialogan, que escuchan, son todo un ejemplo a seguir, para todos y también para nosotros mismos".

El arzobispo Lluís Martínez Sistach también agradeció a la FJM su "vocación de puente entre el cristianismo y el mundo actual, la cultura catalana, los alejados de la Iglesia". Según el cardenal, la Fundación ha conseguido "poner en medio de la convivencia social el pensamiento cristiano", "enriquecer el pensamiento superando el pensamiento único", y "poner de relieve lo necesario que es el humanismo en una cultura tecnológica".

Sistach enmarcó la creación de la Fundación en la voluntad del Concilio Vaticano II "para superar el divorcio entre la fe y la cultura" y agradeció el servicio de la FJM en el país y la cultura.

Catolicismo abierto, conciliar, catalanista

El acto se abrió con la intervención del actual presidente de la FJM, Josep Maria Carbonell, que relató los principios "de una institución cultural destinada a establecer puentes de diálogo entre el cristianismo y la cultura de nuestro país". Un diálogo desde un "catolicismo abierto, conciliar, catalanista y capaz de comprender, con una recepción a la vez positiva y crítica, la modernidad ".

El presidente de la FJM explicó que esto se ha hecho desde dentro de la Iglesia, buscando "un cristianismo, que sin disolverse en la modernidad secularizada, y sin perder su personalidad, ha continuar interpelando". El objetivo es ofrecer "un 'respiro' para las personas que no quieren perder el norte, y debe ayudar a construir una comunidad humana honesta y en paz".

Josep Maria Carbonell también destacó algunos nombres claves en la historia de la Fundación como el anterior presidente, Antoni Matabosch, el filósofo Pere Lluís Font, y el teólogo Josep Maria Rovira Belloso. La incidencia de la FJM también se visualizó por los asistentes al acto institucional. Entre ellos, el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, la vicepresidenta, Joana Ortega, el presidente de la Diputación de Barcelona, ​​Salvador Esteve, los presidentes Jordi Pujol y Joan Rigol, además de representantes de buena parte de la red eclesial y académica de Barcelona y de los que han formado parte del Patronato de la FJM.

El acto tuvo el momento central con una conferencia del físico y poeta David Jou, también patrón de la FJM, sobre la esperanza y la incertidumbre en el mundo actual. Jou glosó la complementariedad entre "la esperanza tecnológica, que aspira a ser eficaz e innovadora, la esperanza humanística, que debe ser crítica y liberadora, y la esperanza cristiana".

Defendió una vivencia cristiana que "no es un espacio extramundano y remoto en un futuro inverificable, sino ya, aquí mismo, un ámbito constatable de justicia y de crecimiento". Jou concluyó pidiendo que "el contacto entre tecnología y fe, invite más a la acción profética, que nos haga reclamar que estos medios poderosos y sofisticados sean utilizados para el bien de todos". Un ámbito en el que "la esperanza cristiana debe ser mística y profética en su raíz y su práctica, crítica y liberadora, como la esperanza humanista, en su reflexión, y eficaz y creativa, como la esperanza tecnológica, en su acción para resolver problemas reales".

Desde su creación, la Fundación Joan Maragall ha organizado más de 800 actos y actividades, 14 Aulas Joan Maragall -conferencias durante una semana sobre temas relacionados entre el cristianismo y la cultura-, 103 Quaderns -coeditados con la editorial Claret-, 76 volúmenes de la colección "Cristianisme i cultura"-coeditados con Cruïlla-, 13 números de la nueva etapa de la revista Qüestions de Vida Cristiana -con Publicacions de l'Abadia de Montserrat-, 23 Premios Joan Maragall y la obra Història del Pensament Cristià (Proa).

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