Montserrat analiza la relación entre la política y la religión 1.700 años después del Edicto de Milán

(Abadía de Montserrat) La abadía de Montserrat y la Universidad de Barcelona, con la organización técnica de la Fundación Abadía de Montserrat 2025, convocan los días 28 y 29 de marzo las XVI Jornadas Universitarias de Cultura Humanista, que, en esta ocasión, se centran en el tema "Política y religión. Semejanzas y diferencias. 1.700 años después del Edicto de Milán". Estas jornadas, con conferencias de carácter más general o específico, se orientan a precisar y a comparar dos características profundamente humanas: la política y la religión.

La complicidad entre religión, política y poder, la Iglesia y los nacionalismos, la política en un mundo globalizado, la religión en un contexto de pluralismo, o el significado político del pensamiento del apóstol Pablo, son algunos de los temas plenamente actuales de la Jornada. El programa de las XVI Jornadas Universitarias de Cultura Humanista, incluye la participación de Pius-Ramon Tragan, director del Scriptorium Biblicum et Orientale de Montserrat, Lluís Duch, monje de Montserrat y profesor emérito UAB; Norbert Bilbeny, catedrático de Ética en la UB; Salvador Claramunt, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Barcelona (UB); Hilari Raguer, monje de Montserrat e historiador; Francesc Torralba, filósofo y teólogo, profesor de la URL; y Joan Rigol, profesor de ESADE y ex presidente del Parlamento de Cataluña.

La noción de política, como sistema de ordenar justamente la ciudadanía, está en sí bien definida. No obstante, las diversas formas de gobierno civil que se aplican a la polis deben tener en cuenta otros colectivos sociales que tienen principios y normas propios y que colaboran para el bien de los ciudadanos. La noción de política, de hecho, se aplica también al interior de las diversas organizaciones humanas que tienen contenidos y finalidad propias, como por ejemplo la religión.

La religión es una dimensión propia del ser humano. Ante las preguntas fundamentales de la existencia, ante la contingencia de la vida, ante la pregunta del origen y el final de todo, ante la vida y la muerte, el ser humano necesita dominar, de alguna manera, la incógnita del pasado y del futuro. Necesita conjurar las amenazas y las adversidades que le inquietan y tener un punto de referencia que va más allá de los datos experimentales. La religión contiene una fuerza vital propia y libera a los creyentes de caer en el absurdo. Pertenece al interior de cada persona pero, a la vez, presenta una dimensión social. Cuando el hecho religioso se convierte en un hecho colectivo, la religión obtiene una dimensión política. Resulta necesaria una organización que salvaguarde el núcleo de la fe y unifique a los miembros de una misma creencia. La política civil y la religiosa, dentro de una misma sociedad, se distinguen y, a la vez, se sobreponen.

La iglesia cristiana obtuvo un reconocimiento civil hace 1.700 años, con el Edicto de Milán. El emperador Constantino aceptó el cristianismo como religión lícita. El poder espiritual y el poder imperial se unen y se sostendrán mutuamente. Las jornadas de los días 28 y 29 de marzo intentarán precisar los contactos que unen religión y política así las diferencias que las separan.

La organización técnica de las XVI Jornadas Universitarias de Cultura Humanista está a cargo de la Fundació Abadia de Montserrat 2025.