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Catalunya Religió

(David Casals CR) En un momento de crisis política, social y económica que parece que no se acabe nunca, ¿hay motivos para dar gracias a Dios? Lo hemos preguntado a Esther Bonet, del Consell Evangèlic de Catalunya, que el pasado sábado organizó junto con otras entidades protestantes catalanas el tradicional culto unido de acción de gracias que se celebra en prinicipios del año, donde asistieron unas trescientas personas.

Este culto, que tuvo lugar en el iglesia Cecmavi del barrio de Sants, es especial porque el concepto de 'dar gracias' lo vertebra de principio a fin. "Incluye alabanza, cantos, damos gracias a Dios por su presencia, por el cuidado que tiene de nosotros y por la salvación que tenemos en Jesucristo", explica Bonet.

Las lecturas que se eligieron también iban en esta línea. Se recordó la multiplicación de los panes y los peces, uno de los milagros que hizo Jesús de Nazaret. Y esta lectura sigue siendo plenamente vigente hoy en día, dice Bonet: "El reto que tenemos, como cristianos, es la atención integral a las personas", y este es el pan y el pez de la época actual.

Reconocimiento a tres mujeres por su ministerio

Por otra parte, durante este culto se hizo un minuto de silencio en memoria de Josep Grau, uno de los principales teólogos que ha dado el protestantismo catalán, y que falleció el pasado mes de enero. Además, el Consell Evangèlic entregó sus medallas a tres mujeres evangélicas que han sobresalido por su trayectoria al servicio de Dios y de los demás: Esperanza Carrizosa, Blandina Ronsana y Carmen Sánchez.

Carmen Sánchez es pastora de la Església Evangèlica de Catalunya que se jubila este año y ha impulsado iniciativas a favor de los más desvalidos, como la asociación El Far y el centro infantil Centre Obert Moisès en Santa Coloma de Gramenet, y también un hogar de acogida para menores embarazadas en Bolívia. Coincidiendo con su jubilación en el ministerio pastoral, su propósito es de vivir a este país andino e impulsar la apertura de otros hogares en diferentes zonas del país.

Esperanza Carrizosa se ​​convirtió en 1970 y desde entonces ha desarrollado un amplio ministerio impulsando diferentes iniciativas de oración, como la Taula Nacional de Pregària, España intercede y Despierta Débora. En la actualidad forma parte del consejo pastoral de laEsglésia Metropolitana de Barcelona Betània y coordina la Associació d'Ajuda Social Vida de Esplugues de Llobregat.

Blandina Ronsana, hija de pastores de tradición bautista, reside en Binéfar (Huesca) desde muy pequeña, donde sus padres pastoreaban una iglesia donde se implicó desde muy joven. Recuerda que de pequeña sofrió muchas burlas por su condición religiosa, y ya de mayor, fue pastora de su comunidad, que pertenece a la Unió d'Esglésies Baptistes de Catalunya y se implicó en organizaciones de mujeres evangélicas, como la Sociedad Femenina y la Unión de ​​Mujeres Misioneras Bautistas de España.

Desde 1999, cuando comenzaron a entregarse estas medallas, el Consell Evangèlic ha concedido más de 40.

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