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Catalunya Religió
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(Laura Mor –CR, Viladrau/Badalona) "Somos como somos porque hemos estado en Chanut". Judit Vilaclara, responsable del centro Lluís M. Chanut, tiene claro que el paso por el centro ha marcado a todas las generaciones de voluntarios que se han implicado. Este año celebran 35 años de la peculiar trayectoria de este centro, predispuesto a la itinerancia desde una clara opción por los colectivos más desfavorecidos.

Para explicar la singularidad y el eco de la acción educativa de Chanut, CatalunyaReligió.cat ha entrevistado a Maria València, presidenta del Movimiento de Centros d'Esplai Cristianos Catalanes (MCECC); Judit Vilaclara, responsable del centro Lluís M. Chanut, Jaume Amenós, administrador del centro; Paola Latorre, trabajadora social de Cáritas Diocesana de Barcelona; Enric Puig, fundador y antiguo consiliario del centro; Núria Codina, monja del Colegio Lestonnac de San Roque, y César Hernández, presidente de la comunidad cristiana de Sant Pere Claver del Clot.

Son imágenes del encuentro que el equipo educativo celebró con antiguos monitores, consiliarios, contables, cocineros, intendentes y miembros de la comunidad cristiana de Sant Pere Claver del Clot, de la que forma parte el centro. La celebración tuvo lugar en Viladrau, en la casa de colonias Teresa Espona, el antiguo Mas de Puig de Fàbregues, el último domingo de noviembre.

Choque de culturas y el reto de la convivencia

Actualmente el centro de ocio cuenta con un centenar de inscritos y, desde hace ocho años, actúa en el barrio de san Roque. Judit Vilaclara define la tarea de mediación del centro y se refiere a las dificultades de convivencia entre la comunidad gitana y la pakistaní: "En este marco el centro intenta aportar su grano de arena para mediar en el choque de culturas".

También se refiere al reto cultural Núria Codina, de Lestonnac, y César Hernández. Este último define la tarea del Chanut como "ecuménica" y dice que "encarna perfectamente lo que debería ser una comunidad cristiana".

Durante el encuentro, Maria València reconoció el buen hacer de los monitores en la tarea educativa semanal y destacó el trato cercano con los niños y jóvenes. También quiso reconocer la figura de padres y madres de los monitores, que hacen su labor de apoyo "silencioso".

La itinerancia del centro Chanut

La presidenta del MCECC también ha asegurado que, si bien existen centros de ocio ordinarios que trabajan con colectivo vulnerable, el Chanut es peculiar porque "se ha trasladado expresamente allí donde está la necesidad". En estos 35 años, respondiendo al encargo de Cáritas ha pasado por los barrios de Ciutat Vella (1986-1994) y Vallbona (1994-1995) de Barcelona y por Gorg (1996-2005) y San Roque (2005 - ...) de Badalona.

Del nacimiento del centro habla Enric Puig en el vídeo, a quien durante los años setenta Pilar Malla, de Cáritas, pidió que buscara un centro para los niños que no podían pagar "ni las colonias más económicas". De hecho, según el administrador del centro, Jaume Amenós, las familias solo aportan un 10% del coste total de las actividades.

El nombre del centro rinde homenaje al jesuita que, en 1978, murió con dos adolescentes durante una tormenta de nieve al pie del Costabona.

Fotografías: Xavier Somoza.

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