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Catalunya Religió

(Arzobispado de Tarragona) Xavier Grasset, locutor de Catalunya Ràdio, ha hecho una conferencia, el jueves pasado, sobre los medios de comunicación en la iglesia de hoy. El acto tuvo lugar en la sala José Torres de la parroquia de Cristo Rey, con más de 100 asistentes.

En primer lugar, Xavier Grasset hizo una exposición de las ventajas e inconvenientes que tiene hoy el mundo cibernético tanto para los oyentes como para los comunicadores, sobre todo los que apuntan a redes como Twitter, Facebook y muchas otras. Todas ellas ofrecen la posibilidad de ponerse en contacto con mucha gente al mismo tiempo y desde cualquier lugar del mundo, pero ofrecen el inconveniente de la falta de privacidad, y el peligro de hacer un mal uso. «La globalización, en la que cada vez estamos más inmersos, ensancha horizontes pero a la vez nos introduce en un mundo tecnificado, en el que los valores del espíritu van quedando cada vez más difuminados. El sentimiento predomina sobre el pensamiento y el yo sobre el nosotros. Es admirable el cambio que ha supuesto para la humanidad la introducción de las técnicas de comunicación », comentó. A pesar de su novedad, una cuarta parte del planeta ya disfruta de Internet. Según Grasset, el inconveniente que tienen estas redes es que suponen más un esfuerzo de comunicación que de creatividad, y de expresión instintiva más que intelectual.

Ya que hablaba a cristianos, Xavier Grasset manifestó que para la Iglesia puede ser un buen medio para abrir el mensaje del Evangelio a nuevos horizontes. Mensaje que hay que saber presentar con toda su fuerza, pero a la vez también con toda su actualidad. Por tratarse de una realidad de siglos, existe el peligro de dar la impresión de que la Iglesia es cosa del pasado. «El Papa actual ha entrado en Twitter. Consideramos que es una buena manera de entrar en contacto con la gente de base, saber cómo respiran y poder dialogar ", manifestó.

Finalmente, se entretuvo en las cualidades que debe tener un buen comunicador. Debe saber escuchar, y valorar mucho lo que dicen los demás. No hablar ex cátedra como un maestro, comprender nuestro mundo y la manera de pensar y vivir de la gente. Es importante el tono de voz y la expresividad de la misma y por otro lado no perder el humor e incluso saber reírse de uno mismo, cuando sea necesario.

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