¿Por qué los jesuitas tienen colegios?

(Jesuitas) Domingo 3 de febrero en la Parròquia de la Mare de Déu de Bellvitge tuvo lugar el segundo encuentro de este curso de la red Manresanet, una red formada por laicos y jesuitas que trabajan en Cataluña sintiéndose miembros de una misma misión. Si la primera estáda se dedicó a la tarea que realiza la Compañía de Jesús en el ámbito social, ésta tuvo como tema principal el trabajo educativo en las escuelas.

Dario Mollà, jesuita y buen conocedor de la espiritualidad y la historia de la Compañía, y Pepe Menéndez, director adjunto de la Fundació Jesuïtes Educació, fueron los encargados de ofrecer la charla introductoria. Dario Mollà explicó cuál ha sido desde el principio la función de los colegios dentro de la misión de la Compañía. Así como hay congregaciones religiosas con una clara orientación y vocación hacia la educación, en la Compañía de Jesús no fue tan evidente. La movilidad y la pobreza que caracterizaban la fórmula del Instituto que fundó San Ignacio de Loyola, no se adecuaban mucho con la estabilidad y los recursos económicos que suponía la creación de instituciones educativas y fue necesario definir bien la función de estas instituciones. Según el ponente, desde el primer momento ha habido una triple función: formativade carácter integral ("formar en letras y virtudes"), pastoral (dirigida tanto a alumnos como a sus familias) y función social (de ayuda y formación a aquellos que no tenían acceso a los "pedagogos domésticos"). Estas funciones siguen siendo válidas, si bien hay que actualizar a nuestro tiempo.

Según Darío Mollà, un colegio de Jesús; Estas hoy debe trabajar por la integración de conocimientos y valores, con implicación de toda la comunidad educativa (familias, educadores y alumnos). Destaca también la importancia del compromiso con la realidad social del lugar donde se ubica, la voluntad de atender especialmente a los que más lo necesitan y el trabajo por el diálogo como espacio de encuentro de la diversidad cultural o religiosa.

Pepe Menéndez, se centró más en el momento presente, de cambios enormes, donde los colegios continúan embarcados en el reto de formar personas inspiradas por valores evangélicos. También habló de la necesidad de responder a una educación que no olvide la espiritualidad y la interioridad de los alumnos, y en este sentido admitió que había sido un error "separar tanto la acción académica de la acción pastoral". Ambos coincidieron en señalar que los colegios no se justifican por sí mismos sino en la medida en que responden a las funciones que se plantea la Compañía y dan un servicio a la sociedad donde están insertos .

El encuentro terminó con la celebración de la Eucaristía en la Parroquia. Las más de 60 personas de Manresanet se sumaron así a la misiónsa de 12 de la comunidad parroquial. Especialmente emotivo fue el momento en que dos miembros de Manresanet, Carme Castelltort, directora del colegio Juan XXIII y Xavier Loza, educador de la Fundación La Viña, dieron testimonio de cómo vivían su trabajo en clave de misión y espiritualidad ignaciana .