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Catalunya Religió

(CR) Las escuelas concertadas dicen que "la situación es límite". Así lo argumentan en una carta que han hecho llegar al presidente de la Generalitat firmada por las entidades representativas de la escuela concertada de Cataluña, sector donde es mayoritaria la escuela católica.

El texto denuncia los agravios del profesorado y dificultades que ha comportado especialmente el atraso de los pagos para los centros más pequeños y sin capacidad de financiación. Por ello, piden "medidas que puedan dar supervivencia al sector".

También recuerdan que "el cierre de centros concertados acabaría suponiendo un mayor coste a la Generalitat" ya que el coste que tiene para la administración pública una plaza en una escuela concertada es al menos un 30% inferior al que tiene por cada alumno de la escuela pública. Esta situación es difícil de sostener "en un contexto donde el apoyo económico de las familias, que siempre había mantenido el sector, ha disminuido".

Este es el texto íntegro de la carta dirigida al presidente de la Generalitat de Cataluña:

Muy Hble. Sr. Artur Mas,

En primer lugar, reciba nuestra felicitación y los mejores deseos en su investidura de nuevo Presidente de la Generalidad de Cataluña.

Las escuelas concertadas del país se ponen a su disposición como parte importante y decisiva que son del Servicio de Educación de Cataluña, tal como está definido por la Ley de educación de nuestro Parlamento.

También aprovechamos para agradeceros vuestra actuación para que algunos de los Programas de Cualificación Profesional Inicial de nuestros centros pudieran tener algún financiación pública que les hiciera viables, atendiendo nuestra petición, que fue motivada por la situación de vulnerabilidad que mayoritariamente presenta el alumnado de estos programas.

En circunstancias normales, esta carta finalizaría aquí, pero como no nos mueve sólo la cortesía, sino la confianza en su responsabilidad, nos vemos obligados a aprovechar este mismo mensaje para recordarle la situación de nuestro colectivo.

Somos conscientes de la situación financiera que vive la Generalitat, y nos hemos pronunciado públicamente sobre el ahogo al que está sometida. Por ello, el pasado septiembre, haciéndonos eco de la resolución del Parlamento, nos pronunciamos a favor de una hacienda propia para Catalunya.

No pedimos imposibles, pero sí os tenemos que hacer patente que las escuelas concertadas subsisten, desde hace muchos años, con una financiación insuficiente que ha lastrado su economía. Desde que arrancó la actual crisis económica, nuestro profesorado ha sufrido las mismas disminuciones salariales o de mejoras sociales que el de los centros públicos, aunque sin disfrutar de las mismas condiciones laborales. Los centros, por su parte, han incrementado las ratios de alumnos de forma muy generalizada, y están sufriendo disminuciones económicas y ajustes diversos del financiación pública en un contexto donde el apoyo económico de las familias, que siempre había mantenido el sector, ha disminuido. Este impacto es mucho más grave en las escuelas pequeñas, las rurales y las de educación especial.

En estos momentos, además de estas dificultades, sufrimos el retraso en los pagos, que en la partida regular de los gastos de funcionamiento de los centros, que sufraga la Generalitat en virtud del concierto educativo, ha acumulado ya cuatro meses de retraso. Con esta partida, los centros docentes tienen que hacer frente a la nómina del personal no docente (administración, recepción, secretaría y limpieza) y al suministro básicos para el mantenimiento de la actividad docente. También quedan pendientes los pagos de otras subvenciones y ayudas.

Dado que estos retrasos inciden en economías mayoritariamente ya muy debilitadas, a menudo con pagos pendientes por inversiones o simples obras de mantenimiento en edificios bastante antiguos, muchas escuelas se encuentran sin más posibilidades de endeudamiento para hacer frente al gasto corriente. No sabemos si la Generalitat puede acortar estos retrasos o puede arbitrar otras medidas paliativas, pero queremos insistir en la gravedad y la urgencia que vive el sector, y os pedimos que emprendáis -o nos sugeraís- las medidas que puedan dar supervivencia al sector. No hace falta decir que el cierre de centros concertados acabaría suponiendo un mayor coste a la Generalitat a la hora de garantizar el derecho a la enseñanza de los alumnos que actualmente escolarizamos en estos centros.

La situación es límite en muchos casos. Por este motivo, y quizás más allá de la cortesía debida, os lo recordamos en la primera vez que nos dirigimos a usted en este nuevo mandato como Presidente.

Con la confianza en la atención que prestáis al sector educativo, reiteramos la felicitación y los mejores deseos para esta nueva legislatura, y os saludamos muy cordialmente.

Ricard Albart. Agrupació Escolar Catalana. Lola de la Fuente. Associació Empresarial d’Economia Social. Rosa M. Riba. Associació Professional Serveis Educatius de Catalunya. Carlos Camí. Confederació de Centres Autònoms de Catalunya. Josep Díaz. Federació Catalana de Centres d’Ensenyament de Catalunya. Enric Puig. Fundació Escola Cristiana de Catalunya.

Barcelona, ​​15 de enero de 2013

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