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Catalunya Religió

(Clarisas) Las hermanas Clarisas de Fortià hacen donación del Monasterio de Santa Clara a la "Fundación Acogida y Esperanza". Las seis hermanas clarisas que actualmente integran la comunidad continuarán viviendo en el monasterio y de esta manera dan proyección de futuro a su presencia en el territorio del Alt Empordà.

En diciembre pasado, ante notario, se firmó el contrato de donación del Monasterio de Santa Clara de Fortià (Girona) por parte de la Comunidad de Clarisas hacia la Fundación Acogida y Esperanza.

Culminaba así un proceso que comenzó un año atrás con las primeras conversaciones hasta cerrar el acuerdo de donaciones que contempla, por un lado, la continuidad de las hermanas clarisas dentro del Monasterio, así como el compromiso de cuidado y apoyo de la comunidad por parte de la Fundación, y por otro, un mejor aprovechamiento de la finca, de sus instalaciones y terrenos y de sus potencialidades de futuro.

Acollida i esperança (Acogida y Esperanza), una fundación canónica con más de 20 años de historia de dedicación a la acción social y más concretamente a la atención y al cuidado de personas que sufren exclusión social, ha ido abriendo y gestionando servicios socioeducativos y sociolaborales. Actualmente, -y a pesar de la crisis económica- uno de los retos estratégicos de la entidad es abrir nuevas líneas de producción y de trabajo remunerado para ampliar su actividad. Es en este objetivo que se enmarca la nueva actividad agroecológica y de avicultura de Fortià.

Las tierras del Monasterio han vuelto a cultivarse y a mediados del 2012 se ha puesto en funcionamiento un centro especial de trabajo de producción agroecológica de productos de la huerta. La nueva unidad de negocio se llama Huerta de Santa Clara y ha permitido contratar a cinco personas, cuatro de ellas con certificados de discapacidad y dificultades para la inserción laboral. Este proyecto se ha llevado a cabo con una alianza empresarial con la Cooperativa Tarpuna, especialista en agricultura ecológica y social.

Además, ya hace unos meses que la Fundación trabaja conjuntamente con la abadesa del Monasterio, Sor Asunción, en la formación de un equipo para dar continuidad a la granja de engorde de pollos que funciona en la finca. Teniendo en cuenta que el año 2013, todas las hermanas ya se habrán jubilado, uno de los retos era lograr no cerrar esta unidad de producción y seguir adelante con dicha actividad.

Finalmente, a medio o largo plazo, se plantea también aprovechar el edificio del Monasterio para desarrollar algún tipo de residencia o casa de acogida en función de las necesidades del lugar y de las posibilidades económicas.

Con todos estos proyectos, algunos en fase ya ejecutiva, las hermanas clarisas de Fortià continúan viviendo el mismo carisma de sus fundadores, Francisco y Clara de Asís, conocidos en la historia por su cercanía a los más pobres y marginados de su tiempo, que eran los leprosos. La Fundación Acogida y Esperanza y las monjas franciscanas de Santa Clara merecen un elogio y un apoyo eficaz y generoso.

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