Pasar al contenido principal
Catalunya Religió
Galeria d'imatges

(Jordi Llisterri - CR) La multitudinaria sesión de clausura de la edición del Atrio de los Gentiles en Barcelona permitió presentar este viernes por la noche una nueva visión del interior de la Basílica de la Sagrada Familia. Tal y como probablemente Gaudí lo imaginó, la parte musical del acto marcó la ceremonia con un nuevo descubrimiento de las posibilidades acústicas que ofrece el templo.

Se cerró así una de las sesiones más singulares del Atrio de los Gentiles que promueve el Pontificio Consejo para la Cultura. Así como la palabra tuvo el protagonismo en las sesiones celebradas en el MNAC , el Paraninfo de la UB, y el IEC, en la Sagrada Familia la aportación principal fue la musical.

En la parte final del programa, los 615 cantantes situados arriba del coro que rodea toda la nave mantuvieron un "diálogo de voces" con obras corales de todos los tiempos y el estreno de Bernat Vivancos de la primera obra concebida para ser interpretada en el templo.

La soprano Montserrat Caballé también se llevó el protagonismo del acto con una tierna interpretación de dos piezas acompañada por el órgano. El "Cantar del alma" de Mompou y el Libre Vermell de Montserrat, fueron las obras escogidas. Los cardenales Ravasi y Sistach, que presidían el acto, subieron expresamente al escenario para agradecer la presencia de Montserrat Caballé en la ceremonia de clausura.

"Sin diálogo no hay música", explicó Cori Casanova -encargada de escoger las obras- para presentar el diálogo de voces que cerraba el acto. Casanova defendió la experiencia coral y musical como una verdadera experiencia de diálogo y de concordia en la que cada cantor debe renunciar a algo de sí mismo: "Los cantores y cantoras de la Sagrada Familia son ya hoy un Atrio de los Gentiles bien vivo". Aquí se puede leer el texto entero de Cori Casanova.

La parte musical aprovechó los recursos acústicos que había previsto Gaudí que permiten que hasta 800 cantores puedan llenar los coros que rodean la parte superior de toda la basílica de tal manera que la voz desciende sobre los fieles situados en la planta de la nave. Asimismo, la disposición circular permite una audición multi-estereofónica, sin un punto concreto de salida del sonido.

Con este recurso, los coros situados en cada fachada alternaron la interpretación de ocho piezas corales religiosas antiguas y contemporáneas agrupadas temáticamente por conceptos teológicos como la trinidad, la encarnación o la salvación. La pieza final fue el estreno sobre una antífona pascual del Salmo 118, compuesta para coro, metales y órgano.

La obra de Vivancos presenta varios momentos y estados del día (oscuridad, despertar, campanas, luz, ruido, concordia...) con melodías que llegan desde varios puntos del templo y que se juntan para proclamar el mensaje del Salmo 118: "Hoy es el día que ha hecho el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo». La interpretación musical se combinó de forma efectista con luces y colores proyectados en las columnas que rodean el presbisterio y la penumbra el resto del templo, destacando el aspecto arbóreo de la nave.

La parte musical del acto se completó con la interpretación al órgano de Juan de la Rubia desde el centro del presbiterio.

Ravasi "Jesús, un hombre de diálogos"

El acto se abrió con la lectura de los primeros versículos del Génesis y del Evangelio de Juan que comentó el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura. "Es sugerente que el retrato de Jesús sea precisamente el de un hombre de diálogos", dijo Ravasi que repasó las actitudes de diálogo de Jesús, a lo largo del relato evangélico: con los discípulos, con quienes le criticaban, con los enfermos, con los pecadores, con los que le condenan, y el diálogo orante con el Padre.

"Es ese mismo diálogo el que sostiene el Atrio de los Gentiles. Un diálogo que alcanza su cima a través de la lengua universal del corazón y de la mente que es la música, para creyentes y no creyentes "explicó Ravasi. Una intervención que concluyó con una imagen de Paul Eluard en la que narra que "llegaremos a la meta no de uno en uno, sino de dos en dos. Y si subimos de dos en dos, nos conoceremos y nos amaremos". Aquí podéis leer la intervención entera.

El acto, de casi tres horas, contó también con la participación de los poetas David Jou y Gemma Gorga, que intercambiaron ocho poemas sobre conceptos como la palabra, la belleza, la alteridad o el espíritu. La otra intervención doble fue la de los teólogos Santiago del Cura y Armand Puig .

"La idea de diálogo de Gaudí entre misterio cristiano y mundo secular ha triunfado y lo ha hecho con la belleza", afirmó Puig en una vibrante descripción sobre el sentido teológico del templo de la Sagrada Familia, "Basílica que es el alma del pueblo catalán esculpida en piedra".

El cardenal Lluís Martínez Sistach clausuró el acto agradeciendo el trabajo de las entidades y personas que han organizado el Atrio de los Gentiles en Barcelona y destacando lo que tiene de positivo que creyentes y no creyentes se interroguen mutuamente. En la clausura asistieron buena parte de los participantes en las sesiones del Atrio y también se hizo presente el abad de Montserrat entre los más de 5.000 asistentes que llenaron el templo.

El acto, del que se habían agotado las invitaciones, se pudo seguir en directo por internet ya través de las redes sociales. En este enlace los usuarios registrados en CatalunyaReligió.cat pueden añadir sus fotos del acto.

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.