El obispo Salinas se va a Mallorca

(CR) El obispo de Tortosa, Xavier Salinas, ha sido nombrado este viernes nuevo obispo de Mallorca. Salinas era obispo de Tortosa desde 1997, donde sucedió a Lluís Martínez Sistach. Nacido en Valencia en 1948, Salinas había sido antes obispo de Ibiza, y en 2007, durante poco más de un año, compaginó el cargo de obispo de Tortosa con el de administrador apostólico de Lleida. Mallorca estaba vacante desde julio cuando el obispo Jesús Murgui fue trasladado a Alicante.

Con 64 años, Salinas afronta en Mallorca su episcopado durante los próximos diez años. La diócesis de Mallorca está integrada en la provincia eclesiástica de Valencia, junto con el resto de diócesis valencianas y baleares (Orihuela-Alicante, Segorbe-Castellón, Menorca e Ibiza). Actualmente, los tres obispos de las baleares son valencianos.

Salinas continuará como administrador apostólico de Tortosa hasta que se haga efectiva su entrada en Mallorca. Si se sigue el procedimiento habitual, la sucesión del obispo de Tortosa debería decidirse en los próximos meses. Con la marcha de Salinas de Cataluña, la Santa Sede tendrá pendientes dos nombramientos en territorio catalán, el de Tortosa y el relevo de Barcelona, aunque este último puede tardar aún dos años, como es habitual en las sedes cardenalicias. Salinas era uno de los tres obispos valencianos que actualmente ocupan una diócesis catalana.

Gran parte de la trayectoria pastoral de Xavier Salinas se ha desarrollado en la diócesis de Valencia, donde fue ordenado en 1974. Allí fue prefecto de estudios del Seminario Menor de Xàtiva, consiliario diocesano del Movimiento Junior de AC, delegado diocesano de Catequesis, y fue nombrado vicario episcopal por el arzobispo Roca Cabanellas.

Como obispo de Ibiza desde 1992 y después de Tortosa ha mantenido siempre los lazos con Valencia, ya que Tortosa es la única sede catalana que tiene una parte del territorio dentro de la Comunidad Valenciana, en la zona de Els Ports y El Maestrat. Salinas fue también administrador apostólico de Lleida cuando la Santa Sede aceptó la renuncia del obispo Francesc Xavier Ciuraneta. Durante su mandato, y en una situación de interinidad, la nunciatura promovió un acuerdo entre Lleida y Barbastro para terminar el litigio sobre las obras de la Franja. Salinas fue el primer responsable de la sede leridana que firmó un documento reconociendo que el titular de las obras era Barbastro y que el traslado se podía hacer sin problemas en 30 días. Cinco años después, el conflicto está en el mismo punto porque el acuerdo no respetaba la Ley de Patrimonio Cultural y el obispo Piris no ha podido responder de un acuerdo imposible de ejecutar.

Salinas es un reconocido especialista en catequesis y doctor en Ciencias de la Educación, por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Autor de varios libros y materiales sobre catequesis, ha tenido responsabilidades en la Conferencia Episcopal Tarraconense como Obispo-Presidente del Secretariado Interdiocesano de Catequesis y de Enseñanza, y en la Conferencia Episcopal Española como vicepresidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, y presidente de la Subcomisión de Catequesis. El pasado 23 de octubre de 2012 fue nombrado miembro del Consejo Internacional para la Catequesis, organismo consultivo vinculado al Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización de la Santa Sede.

En la web del obispado de Tortosa el obispo Salinas manifiesta "su gratitud al Señor por el tiempo que le ha permitido desarrollar su misión en esta entrañable Diócesis de Tortosa, que siempre llevará en el corazón. El señor Obispo expresa a todos su agradecimiento, y pide perdón por sus limitaciones. Un reconocimiento particular a todo el presbiterio diocesano y los diáconos permanentes, así como a las monjas contemplativas y las consagradas de vida apostólica, los laicos que participan en la misión evangelizadora, tanto en el campo de la educación de la fe como en el servicio de la caridad ".