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Catalunya Religió

(Laura Mor –CR) Jornada de movilización feminista y momento también de paro, para revisar dónde estamos y hacia dónde queremos caminar. Este año, para el 8 de marzo, Catalunya Religió se fija en el mundo del trabajo y en las barreras y dificultades que comparten tantas mujeres por tener unas condiciones laborales dignas. En el acoso, el paro, la violencia, la invisibilidad, la discriminación y la precariedad, responden con el cuidado mutuo, la esperanza y la unidad en esta lucha con otros movimientos feministas, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Es el manifiesto gráfico, mudo y elocuente que ha difundido este 8M el Secretariado Interdiocesano de Pastoral Obrera de Cataluña.

"La situación en la que están no les permite dibujar o soñar con un proyecto de vida propio", explica Marta Moya Casanovas sobre las jóvenes que acompaña a la JOC. Moya nos ayuda a poner nombres y pensar en situaciones concretas. Como la de M. Carmen, estudiante de microbiología, que tiene poco más de veinte años y nunca ha tenido un contrato laboral. Laia hace prácticas en un bufete de arquitectos y la empresa le obligaba a devolver parte de lo que cobraba en un sobre. Moya describe que "tenía que hacer el ejercicio humillante de retirar una parte del sueldo que le ingresaban en efectivo".

Este relato cotidiano de precariedades va más allá de las jóvenes que ha conocido en la JOC. Moya añade algunos testigos más. Y lo hace empezando por su casa, con Sofía, la joven que les ayuda en los cuidados del hogar. Habla de ella y de su madre: dos mujeres "en situación irregular, y con formación no convalidada en nuestro país". Habla también de Hiba, de Pakistán, o Vivien, de Filipinas, alumnos con pocos recursos económicos que estudian en el instituto donde ella trabaja. O Diana, una amiga que se dedica a la terapia ocupacional y a la inserción laboral, que ahora está en paro.

¿Qué tienen en común? "El eje de clase obrera y el eje de género las atraviesan a todas, al igual que me atraviesan a mí", explica Marta Moya. Es militante de la GOAC y miembro del grupo de mujeres de ese movimiento. Y acompaña a algunas de estas mujeres como consiliaria. En el día internacional de las mujeres se recoge la reflexión que expuso en la última Jornada de estudio de la Pastoral Obrera de Cataluña, hace quince días. Un ejemplo de cómo trabajan los movimientos y la pastoral obrera junto a mujeres en situación de desempleo, trabajos precarios o situación de discriminación.

La desigualdad de género en el ámbito laboral es una realidad, tal y como recoge con motivo del 8M Cáritas de Cataluña fruto de la experiencia acumulada en el marco de su intervención social. Lo dice el último informe de la OIT: en el plano laboral, la desigualdad entre hombres y mujeres se ha agravado, pues en 2021 el 43,2% de las mujeres en edad de trabajar tenía trabajo, frente al 68,6% de los hombres. También existe una brecha salarial de género significativa. El estudio refleja que las mujeres siguen ganando un 20% menos que los hombres y ven los salarios más penalizados cuando pertenecen a minorías étnicas, son migrantes o tienen alguna discapacidad. En el caso concreto del empleo del hogar, desarrollado mayoritariamente por mujeres, muchas racializadas, la situación de vulneración de derechos laborales es especialmente grave.

Puestos comunes de relación y lucha

Asegura que "caminar a su lado nos hace de espejo y nos interpela". Y apunta que en los encuentros de la JOC ha tomado conciencia de que "los y, sobre todo, las jóvenes tengan una situación cada vez más precaria". Una de las preguntas recurrentes que se plantea es: "¿Qué hago yo ante esta situación?"

De todo el campo que hay por recorrer, apunta un camino imprescindible: "Con las mujeres de dentro y fuera de la Iglesia podemos tejer alianzas, complicidades, comunidad". Alianzas que deben servir para plantarse ante todas estas situaciones de precariedad y para unificar las luchas.

"Debemos encontrar estos lugares comunes para poder sostener juntas la situación e imaginar nuevas formas de relación y de lucha", apunta. Moya explica cómo son los espacios y las formas de relación que establece con las mujeres con las que hace camino: "Intento que sean lugares de encuentro seguros, donde poder compartir desde el corazón, sin juicios, donde poder descansar, donde sentirse seguras, acompañadas, comprendidas; en definitiva, ser ellas mismas y yo misma, donde poder sentirse comunidad".

En los encuentros de la GOAC, Moya se siente "en casa", "próxima a las compañeras en momentos claves de la vida", como la maternidad o la enfermedad, o compartiendo experiencia laboral y también "en la esperanza de construir una Iglesia diferente". Cree que el reto de acompañar a las mujeres que viven situaciones más precarias de la sociedad pasa por "ofrecer este espacio sanador, nutritivo, de esperanza y de comunidad".

El Secretariado Interdiocesano de Pastoral Obrera de Cataluña es un órgano de coordinación de los diversos movimientos y colectivos obreros cristianos de Cataluña y Baleares: ACO, GOAC, JOC y MIJAC, los curas obreros, las religiosas y los religiosos en barrios obreros y populares, y las delegaciones de Pastoral Obrera de las diócesis de Cataluña.

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