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Catalunya Religió

(Jesuitas) El centro de estudios Cristianisme i Justícia reunió unas setenta personas en Barcelona para actualizar el diálogo entre la fe y la lucha por un mundo más justo. Las primeras jornadas centradas en el binomio fe-justicia sirvieron para desgranar el papel del cristianismo en la posmodernidad, la cuestión eco-social, la precariedad laboral y los movimientos sociales.

Los teólogos José Ignacio González Faus y Lucía Ramón abrieron las jornadas, celebradas el viernes y el sábado, con la ponencia 'Injusticias en un mundo herido, globalizado y cambiante. Cómo responder al reto desde el diálogo fe-justicia?'. Una reflexión que dio pie al diálogo en las mesas redondas posteriores.

En la primera mesa intervinieron el filósofo José Cobo, la filósofa Anna Ortín y el profesor de moral fundamental Joan Carrera. Se trataron temas como el mal, la necesidad de recuperar el carácter escandaloso del cristianismo, la revelación de Dios bajo el horizonte de la catástrofe, la situación de injusticia de la mujer en la Iglesia y el sexismo en terreno eclesiástico y la necesidad de fomentar y concretar desde el cristianismo conceptos como el comunitarismo o la acción colectiva.

En la segunda mesa, expertos como Jaume Tatay, jesuita e ingeniero de forestal, M. del Mar Magallón, directora de Alboan, y Santiago Álvarez, director de FUHEM Ecosocial, transitaron desde la capacidad del ser humano para transformar el planeta al disfrute común de los bienes que proporciona la naturaleza o la respuesta del papa Francisco a la actual crisis socioambiental con la nueva encíclica Laudato si'.

Tras la pausa para el almuerzo en el que se continuó debatiendo sobre los temas tratados en las mesas de la mañana y anticipando algunos de los que se abordarían en la última parte de la jornada, Toni Comín, Teresa Crespo y Darío Mollá, inauguraron la tarde con la mesa 'Trabajo, precariedad y exclusión social. ¿Cómo reconstruimos la idea de ciudadanía?'. Hablaron del gran valor cristiano de defender la dignidad humana por encima de todo, de la responsabilidad social que supone la unión entre fe y justicia, de la situación de segregación y de precarización creciente del actual mercado laboral, de la necesidad de promover alternativas de democracia económica y economía social y de la posibilidad de vivir la propia dignidad desde ámbitos diferentes al del trabajo. Así, Darío Mollá, concluía su exposición con un llamamiento: "Los sueños del futuro no nos pueden hacer olvidar los sufrimientos del presente".

En relación a esto, en la última mesa se habló de la situación de los movimientos sociales y de las alternativas políticas que se están materializando en la construcción de otro mundo posible. El antropólogo Jesús Sanz comenzó su intervención planteando la cuestión de cómo podemos pensar hoy el conflicto entre capital y vida, y cómo podemos fomentar economías no centradas en la acumulación. Por su parte, Nieves Forcano, miembro del Col·lectiu de Dones en l'Església y de Procés Constituent, visbilizó las aportaciones del feminismo dentro de los movimientos sociales con respecto al empoderamiento y subjetivación política y puso énfasis en el respeto a la diversidad identitaria y en su performatividad. Finalmente, el músico y teólogo Pepe Laguna, centró la última ponencia de la jornada en la necesaria relación entre escatología y política para construir un lenguaje movilizador y una política que vaya mucho más allá de la mera gestión del presente, que vaya hacia la eutopia.

La jornada la cerraron Alberto Ares, delegado del Sector Social de los Jesuitas en España, y Xavier Casanovas, director de Cristianisme i Justícia. Próximamente el centro publicará los vídeos de cada una de las mesas y trabajará el diálogo hecho durante estas jornadas para abrir el foco de análisis ante las diversas injusticias de nuestro mundo.

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