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Catalunya Religió
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(Jordi Llisterri -CR) "El espacio también habla de lo que queremos transmitir". Con esta premisa las religiosas de la Companyia de María han afrontado la reforma de la Iglesia del Colegio Lestonnac de la calle Aragón de Barcelona que se inauguró este jueves. La iglesia se ha convertido en un espacio más luminoso, acogedor y multifuncional.

Antes de iniciar la eucaristía para celebrar la reforma de la Iglesia, varios parlamentos explicaron el trasfondo de un proyecto que va más allá de pintar las paredes o de mover los bancos de lugar. La hermana provincial, Mariña Ríos, remarcó la trascendencia de reformar un espacio como la iglesia, que es el centro: "Toca todo lo que somos". La iglesia se encuentra en la calle, donde tiene su entrada principal, y une el Colegio Mayor y el Colegio Lestonnac que comparten edificio. Por lo tanto, conecta tres espacios "donde el Señor es el centro" y donde se debe hacer "un diálogo permanente entre nuestras raíces y la gente de hoy".

También la superiora general, a través de una carta, expresó el espíritu que hay detrás de las obras. M. Rita Calvo recordaba que ya la fundadora, Santa Joana de Lestonnac, decía que la casa y los espacios no solo deben ser bonitos, sino también cómodos y proporcionados, al servicio a las personas. Que hay que "educar en todo el ambiente porque también el espacio habla de lo que queremos transmitir". En este caso, la Iglesia ha sido un espacio para que las personas "puedan encontrarse con ellas mismas y con el Dios de la vida".

Actualizar el espacio sacro

La iglesia sigue siendo un templo y mantiene su unidad como lugar de culto pero permite crear varios ambientes y utilizarla en diversos momentos pastorales. Eloi Aran, arquitecto y profesor del Colegio Lestonnac, explicó la reforma que ha diseñado con los compañeros de T113-Taller de Arquitectura, Giuseppe Giacalone y Maria del Mar Viladot. Una reforma con "la voluntad de adecuación y actualización del espacio sacro; la creación de diferentes ámbitos para el trabajo pastoral y, por último, para dar visibilidad al carisma propio de la titularidad del centro educativo".

El cambio más visible ha sido avanzar la posición del altar hacia el centro de la iglesia, para que los que participen en las celebraciones puedan rodear el altar: un "espacio central" con forma de asamblea litúrgica. Para reforzar esta nueva centralidad se ha colocado un baldaquín circular suspendido, que es a"cielo abierto", con uno de los textos que Dios dirige a su pueblo: "Este es mi hijo amado, escuchadle". Del baldaquín cuelga el crucifijo, el mismo que había al final del templo y que ahora es el centro de la iglesia.

En la tarima de madera, quedan dispuestos en forma triangular los tres elementos de mobiliario litúrgico: la sede donde se ubican los celebrantes, el ambón y el altar se ha conservado lo que ya había. Todos los elementos están unificados a través de los materiales de madera que dominan.

Espacio abierto, pastoral y multifuncional

Una de las singularidades del proyecto es que la grada de madera situada detrás del altar se puede desplazar a lo largo de toda la tarima. Esto permite crear otro ambiente más reducido al pie del Santísimo, situado al final de la iglesia. Un espacio más recogido de oración o para celebraciones con menos participantes.

Los cambios también afectan la entrada de la iglesia. El antiguo cancel de madera de la entrada se ha sustituido por uno de vidrio que ahora ofrece la visión del templo desde la calle cuando las puertas están abiertas. Además, el nuevo cancel da acceso directo al antiguo corazón a través de unas escaleras. El corazón queda como espacio diáfano; dentro del mismo recinto de culto se pueden hacer otras actividades de interioridad.

La reforma se completa con los elementos decorativos. En las paredes domina el blanco; pero en las capillas laterales se han creado unos muebles que actúan como retablos móviles de colores cálidos. Por un lado hay unos vinilos de mosaicos de lápices de colores, un material bien escolar. Recogen motivos institucionales de la Compañía de María sobre el horizonte de Barcelona y paisajes bíblicos.

Los mismos retablos con ruedas se pueden girar y utilizar los paneles como grandes pizarras para actividades educativas o pastorales. Asimismo, se pueden utilizar de separadores entre varios espacios dentro de la misma iglesia. Estos retablos móviles permiten también diferentes composiciones entre ellos para crear otros ambientes dentro de la iglesia.

Una iglesia de la Compañía de María

Finalmente, la reforma incluye otros elementos distintivos de carisma de la Compañía de María, como una imagen restaurada de Santa Joana de Lestonnac. También un mural con el paisaje de viñedos vinculado a la historia de congregación, el Chateau de Landiras de Burdeos, y en la parábola de la vid y los sarmientos (Jn 15).

Asimismo, la restauración ha aportado sorpresas y se ha descubierto el único elemento decorativo original que quedaba de la iglesia después de ser quemada en 1936. Es un mosaico con el emblema de la orden y de lo que remotamente se puede suponer el conocimiento de Antoni Gaudí estudiante y discípulo del arquitecto Joan Martorell.

Dos pantallas completan los elementos tecnológicos para facilitar las celebraciones.

Vivificar

La primera celebración eucarística en el espacio reformado que se hizo este jueves en la que presidió el jesuita Enric Puig, secretario general de la Fundació Escola Cristiana de Catalunya. Participaron más de doscientos miembros de la comunidad educativa: alumnos, residentes del Colegio Mayor, familiares, docentes y hermanas de la Compañía de María.

Enlazando con la voluntad de fondo de la reforma, Puig remarcó que este espacio debe servir para ayudar a "vivificar nuestro espíritu desde la reflexión, la oración y la celebración". Y que esto debe llevar a "vivificar nuestro espíritu para estimar, porque el amor es el único del que nos examinarán el último día".

Tres siglos y medio en Barcelona

La reforma de la iglesia es una nuevo paso en la presencia centenaria de Lestonnac en Catalunya. La Compañía de María, fundada en 1607 en Burdeos, llegó en 1650 en Barcelona. Fue la primera fundación fuera de Francia y la primera escuela para chicas de la ciudad. Desde aquí se expandió a todo el Estado. Más de 350 años de presencia en Barcelona solo interrumpida por la desamortización y disturbios del siglo XIX y por la Guerra Civil.

En la inauguración el responsable de pastoral de la escuela, José Salvá, recorrió la historia de esta presencia en Barcelona que se inició en la calle de la Enseñanza. Cuando se abrió la calle Ferran, la obra educativa se trasladó a la actual ubicación, en la calle Aragón de Barcelona. El templo actual, de 1875, es obra del arquitecto Joan Martorell; pero fue totalmente quemado en 1936 y no se pudo reabrir hasta el 1942. Ahora, la iglesia toma una nueva vida.

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