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Catalunya Religió
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(David Casals i Vila –CR) Recorrer Cataluña arriba y abajo con el objetivo de acercar a los alumnos las diferentes religiones. Se puede hacer gracias a la maleta interreligiosa, uno de los últimos proyectos educativos que ha presentado la Fundació Migra Studium, vinculada a los jesuitas.

En la sede de esta entidad, en el último piso de un bloque situado en pleno barrio gótico de Barcelona, existe un espacio interreligioso. Pero se han dado cuenta de que existen muchos centros educativos que no se pueden desplazar, dado que están situados a centenares de kilómetros de la ciudad. Por esto, con esta maleta, pretenden acercarse a los alumnos.

Es una gran maleta, decorada con etiquetas de diferentes países, de aspecto antiguo, incluso vintage. Dentro contiene tres objectos de cada una de las siguientes tradiciones religiosas del planeta: hinduismo, judaísmo, budismo, cristianismo e islam.

El objetivo es repartir los diferentes objetos en el aula para que los alumnos, en grupos, los trabajen. Como explica la socióloga Alba Tarro, que trabaja en el Espai Interreligiós de Migra Studium, los budistas despiertan "mucho interés". Dos de ellos son el bol tibetano -que aunque se llame así, los budistas tibetanos no lo utilizan- y unos platillos que chasquean en las oraciones y meditaciones.

En el apartado del Islam, se transporta un velo, la qubà -una especie de sombrero- y el tasbih, un collas que puede recordar a un rosario, formado por 33 o 99 granos, que pueden ser de diferentes materiales y colores, y que se utilizan para practicar el dikr o la invocación repetida dirigida a Al·la. El número 99 está relacionado con los 99 nombres que recibe Al·la.

Para representar el cristianismo y su pluralidad, se presenta un icono ortodoxo de la Crucifixión, un rosario católico y un cáliz. El judaísmo se hace presente a través de la quipá, un casco de tela que utilizan los hombres judíos observantes; los telefín (pequeñas cajas de cuero que contienen pasajes de la Torá, que son los cinco primeros libros de las Escrituras judías y también de la Bíblia cristiana), y la mezuzá, una cajita o estuche que contiene un pergamino con pasajes de la Torá, y que se coloca en el lado derecho de las entradas de las casas.

Los objetos representativos del hinduismo son dos representaciones de dos divinidades, Xica y Vixnu, que son dos de las tres personas de la triada divina del hinduismo juntamente con Brahma. El nombre de Xiva significa "el propicio", "el amistoso", y es una divinidad salvadora, fecundadora y destructora de la ignorancia. Vixnu se representa con cuatro brazos y lleva diferentes emblemas o duerme a la serpiente Sesa, y es la divinidad en su aspecto de conservador del universo.

El tercer objeto hindú es un mala o yapa mala, un collar similar a un rosario católico con 108 granos esféricos, normalmente de madera, que sirve para recitar mantras y los 108 nombres de Vixnu.

En el barrio gótico

El Espai Interreligiós está situado en el número 3 de la calle Palau de Barcelona, y se realizan diferentes actividades dirigidas a alumnos de entre quinto de Primaria y Bachillerato, y también pueden visitarlo grupo de adultos.

Entre sus propuestas, una sala trabaja los cuatro elementos (tierra, fuego, aire y agua) y su presnecia en las diferentes tradiciones; y un museo con objetos cristianos, judíos, budistas, hindús, musulmanes y sikhs.

Uno de los objetivos de la visita es el trabajo de los estereotipos. Por esto, se proyectan imágenes de diferentes personas. Primero, los alumnos han de saber dónde viven, quiénes son sus padres y cuál es su tradición. "Les sorprende que sea musulmana una niña que es blanca y que no lleva velo", y así, se aprovecha para explicar que muchos practicantes del Islam no son árabes, como los que viven en los Balcanes o en Indonesia, que es el país con más musulmanes de la Tierra.

También hay personas que no tienen ninguna religión. "A los niños musulmanes, les sorprende especialmente este hecho. ¿Cómo puede ser alguien sin religión?", explica Tarroc. A muchos jóvenes también les llama la atención que el chico judío no lleve una indumentaria que lo identifique.

La visite concluye con unos talleres y también con la Regla de Oro como concepto que se haga presente en las diferentes tradiciones religiosas: no hagas a los demás lo que no quieres para ti.

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