Jaume Pujol: "Más que nunca necesitamos la música para expresar la fe en Dios"

(Jordi Llisterri-CR) Más de diez años después que se planteara su necesaria reforma, la catedral de Tarragona ya puede disfrutar del nuevo órgano. Este fin de semana se ha hecho la bendición y el concierto inaugural en la sede primada y metropolitana.

La bendición se celebró el sábado por la mañana presidida por el arzobispo Jaume Pujol. El maestro Win Diepenhorst, uno de los asesores del proyecto de restauración, fue el organista del concierto inaugural. En los actos asistieron los representantes de la Generalitat, Diputación y Ayuntamiento de Tarragona, que han participado en la financiación del nuevo órgano.

En la bendición, el arzobispo Jaume Pujol, recordó las palabras de Benedicto XVI en la inauguración de un órgano en Ratisbona en el que lo definió como "el rey de los instrumentos" y situó la música como parte fundamental de la liturgia. "Ante la inmensidad y la belleza de Dios las palabras quedan pobres. Y es necesario encontrar otros caminos. Es esto lo que se expresa en el órgano en las celebraciones litúrgicas", dijo el arzobispo Pujol.

Es por ello que el arzobispo de Tarragona cree que "hoy más que nunca necesitamos la música, la necesitamos los creyentes, para expresar la fe en Dios, su grandeza, su profundidad, para expresar nuestra acción de gracias, para evangelizar, y para transmitir las verdades más consoladoras". También destacó la centralidad que otorga el Vaticano II al órgano como instrumento litúrgico, como también lo escribía este fin de semana en la carta dominical .

El acto de bendición tiene el punto más emotivo en el diálogo que establece el órgano con el celebrante. Las primeras notas sonaron para responder a las cinco invocaciones del arzobispo en las que pide que el órgano sea un instrumento para alabar la misericordia de Dios, ayudar a elevar la fe, evocar la acción del amor del Espíritu Santo, o acompañar la fe. La última invocación se adaptó al servicio que debe hacer el órgano en la sede tarraconense: "Órgano de la catedral, que ayudas en la guía de la comunidad diocesana, bajo la guía de San Pablo, Santa Tecla, San Fructuoso y San Eulogio; proclama con tu sonido la alabanza del Dios Uno y Trino mientras llevamos en el corazón el sufrimiento de la humanidad fatigada en su combate por la paz y la justicia y anunciamos con gozo la Buena Nueva de Cristo". Una invocación a la que respondió el órgano con la melodía del himmno de San Fructuoso -primer obispo mártir de Tarragona- adaptada por Miserachs en el Oratorio Pablo y Fructuoso e interpretada con su energía habitual.

Los actos inaugurales han querido ser sobrios y, como recordó el decano de la Catedral, Miquel Barbarà, finalizan un proyecto que se planteó en 2002. Como la catedral no podía asumir los costes de la obra, dos familias financiaron el estudio inicial del proyecto y el entonces arzobispo Martínez Sistach decidió que el arzobispado lo sacara adelante. Barbarà remarcó también que el arzobispo Pujol lo asumió plenamente y "ha sido el gran impulsor".

El órgano actual data del siglo XVI, pero la caja musical había sufrido varias reformas y reparaciones y apenas quedaba nada del instrumento original. Por ello, se optó por hacer un órgano totalmente nuevo respetando la sonoridad de un instrumento del renacimiento. El proyecto se encargado a un taller holandés y ha sido coordinado por Jordi Vergés, el organista de la catedral.

Lo que sí se ha mantenido es la fachada de madera original, en su emplazamiento original en la nave central junto al crucero. Es una fachada de tubos y madera de 20 metros de altura. Una obra de estilo renacentista que sorprende por los detalles de la talla de madera, incluso en punto elevados que son imposibles de ver desde los asientos de la nave central.

Con esta doble intervención de restauración de la fachada y de construcción nueva de la parte musical, se ha conseguido dar al instrumento "coherencia y unidad", como explicó el organista Vergés.

La restauración de ​​Tarragona ha coincidido con la reciente inauguración de otros órganos en templos emblemáticos de Cataluña como el de Montserrat o el de Poblet. Los actos de bendición y el concierto inaugural se pueden ver en la televisión diocesana de Tarragona.