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Catalunya Religió

(IQS) Celebrar el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio ha sido el objetivo principal del 23.º Simposio IQS que, con el título 'Herida y Condición Humana', ha organizado la Cátedra de Ética y Pensamiento Cristiano IQS, y que ha reunido toda la comunidad universitaria.

La herida como constitutiva de la condición humana ha sido la temática principal sobre la que han girado las diferentes ponencias del acto, que ha servido también como oportunidad para realizar balance, aprendizajes y proyección del legado ignaciano.

Puede parecer una contradicción celebrar la herida. Pero, el ponente Xavier Melloni, jesuita, antropólogo, teólogo y fenomenólogo de la religión, ha clarificado esta discordancia durante la primera ponencia, 'La herida de Ignacio y nuestra herida'. A través de la explicación de la vida de San Ignacio al ser herido, su necesidad de reconocimiento, su sentimiento de culpa y su cojera, entre otros aspectos, el experto ha afirmado que “tanto la herida como la enfermedad, si se sabe acompañar, se convierte en una experiencia iniciática”.

En esta línea, y siguiendo con el lema de los 500 años de su conversión, 'Ver nuevas todas las cosas en Cristo', Melloni ha comentado que San Ignacio vio nuevas todas las cosas gracias al hecho de ir al corazón de su herida, de profundizar en su herida. "Y tener el coraje de hacerlo es lo que estamos celebrando este año", ha finalizado el ponente.

Para el tema '¿Cómo acompañar a la herida que constituye nuestra condición humana?' se ha contado con la participación de Begoña Roman, profesora de Filosofía en la UB y presidenta del Comité de Ética de Servicios Sociales de Cataluña y vocal del Comité de Bioética de Cataluña. El concepto de vulnerabilidad ha sido el punto de partida, “rasgo característico del que nunca podemos liberarnos como condición humana, entre otros motivos, porque somos seres dependientes”, para dar respuesta a la pregunta-título de la ponencia, en la que la estabilidad y la capacidad son clave, así como la generación de vínculos y la importancia de la comunidad.

Aprendizaje Ignaciano Experiencial, para un mundo mejor

La última ponencia del 23.º Simposio IQS ha sido 'Recrear la espiritualidad ignaciana hoy', de la mano del jesuita Llorenç Puig, profesor de la Cátedra de Ética y Pensamiento Cristiano del IQS, quien ha centrado su intervención en la pedagogía y en la espiritualidad ignaciana para explicar “el acompañamiento de esta espiritualidad a las ciencias y al cuidado de la casa común”, caracterizada por tener una mirada hacia el mundo positiva y compasiva.

El ponente ha hablado del interés por la educación de San Ignacio, de la necesidad de entender la complejidad del mundo y el ser humano. Educación e investigación desempeñan un papel muy importante. “Y en ese aprendizaje, la experiencia y los debates son clave. Sin embargo, la experiencia incorpora aspectos cognitivos y afectivos, no sólo es algo intelectual, sino experiencial, que nos hace llevar las cosas a la acción. Nos llevan a la pregunta y yo qué puedo hacer”, ha afirmado Puig.

Así, el Aprendizaje Ignaciano Experiencial incluye la formación integral de las personas, que crezcan en sus potencialidades intelectuales y sean agentes de cambio de un futuro esperanzador, para un mundo mejor.

El 23.º Simposio 'Herida y Condición Humana' forma parte de los actos organizados en IQS para celebrar Ignatius 500, el Año Ignaciano que se celebra para conmemorar el quinto aniversario de la conversión del fundador de la Compañía de Jesús.

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