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Catalunya Religió
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(CR) Barcelona, ​​Girona y Lleida han presentado este fin de semana los documentos de síntesis elaborados en la fase diocesana del Sínodo del 2023. Las conclusiones piden que la Iglesia dialogue con la sociedad. Una apuesta que hacía también Tarragona en su síntesis, cuando proponía fomentar "el diálogo de toda la Iglesia con la cultura actual". El reconocimiento de la mujer en la Iglesia y la corresponsabilidad de los laicos son otros temas que también han tratado las diócesis, según las conclusiones publicadas por el arzobispado de Barcelona y el obispado de Girona. Los textos se suman a los ya presentados por el obispado de Vic y Solsona, y el arzobispado de Tarragona.

En Barcelona, ​​más de setecientas personas se han reunido este domingo en el Colegio Maristas – La Inmaculada de Barcelona para conocer el documento de síntesis de la fase diocesana en Barcelona. El texto apunta a la necesidad de una Iglesia que favorezca la implicación efectiva de los laicos en la vida de las comunidades y grupos, y de la diócesis.

Pide la igualdad y dignidad de todos los bautizados, especialmente, de las mujeres. Entre otros, que "se avance en la reflexión sobre su acceso al diaconado y, si fuera posible magisterialmente, al presbiterado". Igualmente, se apuesta por impulsar los diferentes ministerios laicales, en la línea del reciente del catequista, y la institución de aquellos que se descubran como necesarios.

Las comunidades de Barcelona quieren "instrumentos de participación" y "procesos claramente sinodales" en los nombramientos de los rectores en las parroquias y de los obispos. También adaptar los distintos ministerios. En el escrito se habla de abrir la posibilidad al celibato opcional o el acceso al presbiterado de hombres casados.

Barcelona también insiste en la necesidad de utilizar "un lenguaje eclesial sencillo y claro, de acuerdo con el tiempo en que vivimos, comprensible para todos".

"Escuchar, acoger y compartir"

En Girona, 2.058 personas han participado en la fase diocesana del proceso puesto en marcha por el papa Francisco. Lo han explicado en el acto celebrado en la Catedral para presentar las conclusiones de este proceso. En el texto destaca el deseo de "formar un cristianismo robusto" y "capacitar a la Iglesia para dialogar con la sociedad creando puentes y lazos con quienes piensan diferente".

Por otro lado, se pide un esfuerzo en hacer valer que la palabra Iglesia va más allá de la institución y la jerarquía, ya que engloba a todos los bautizados, y se reclama una mayor coordinación e integración del "caminar juntos" en el ámbito diocesano. En este sentido, se ha previsto crear un observatorio diocesano para velar por la práctica y el fortalecimiento de la sinodalidad.

El administrador diocesano de Girona, Lluís Suñer, ha subrayado el trabajo conjunto de este proceso: "Todos somos actores dentro de la gran comunidad coral". Para él, la fase diocesana ha sido "escuchar, acoger y compartir".

Desde la comisión del Sínodo remarcan la buena respuesta recibida por las comunidades, teniendo presente el número de habitantes del territorio diocesano, y ponen como ejemplo comparativo la diócesis de Toulouse, con una población muy superior, en la que han participado unas 2.200 personas, o la de París, donde los participantes declarados son 6.480.

En Lleida, en el marco de la asamblea diocesana, también se presentaron las conclusiones de la primera fase sinodal. Además, también ha habido espacio para el trabajo en grupos para reflexionar sobre las prioridades a seguir para el próximo curso en la diócesis. El encuentro también recordó especialmente al delegado de Medios de Comunicación del obispado, Miquel Àngel Martín, que falleció este 6 de mayo.

Un proceso de tres fases que culmina en octubre de 2023

Los documentos de síntesis se han elaborado a partir de todas las aportaciones realizadas por los distintos grupos sinodales de cada diócesis. Con su presentación, se cierra la primera fase de un proceso iniciado por el papa Francisco en octubre de 2021.

El próximo hito de este camino sinodal tendrá lugar el próximo 11 de junio en Madrid, en el que los responsables diocesanos del Sínodo de todas las setenta diócesis españolas se reunirán para compartir las diferentes aportaciones.

En septiembre se iniciará la segunda fase de este proceso: la continental. Por último, en octubre de 2023 tendrá lugar la fase universal que finalizará en Roma con el sínodo de los obispos. Allí se recogerán todas las experiencias y testimonios de este amplio camino sinodal bajo el lema 'Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión'.

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