Aina Argueta –CR “No se trata de recoger a gente, sino de acoger a personas”. Es uno de los puntos que ha remarcado Lucía Caram en la rueda de prensa que ha tenido lugar este martes para explicar la labor realizada por la Fundación del Convento de Santa Clara durante este 2022. Entre estas, Caram ha destacado el corredor humanitario que se ha puesto en marcha con el apoyo de otras entidades y que ha ayudado a más de 1.000 refugiados ucranianos a llegar a todo el Estado español.
El de la Fundación del Convento de Santa Clara es el corredor humanitario de un mayor ente privado de todo el Estado. Así lo ha asegurado Caram que ha explicado que la Fundación ha logrado llevar a Ucrania 75 ambulancias, consideradas uno de los bienes más cotizados. "Cada ambulancia salva a 100 personas de media", ha remachado.
"Los vehículos medicalizados tienen una vida de entre 1 a 30 días". Caram se refirió a las ambulancias como vehículos que también son objetivos de destrucción. La religiosa explicó que en uno de esos trayectos hacia Ucrania consiguieron llevar un buen número de ambulancias hasta la frontera del país. Al día siguiente, el aparcamiento en el que las habían dejado fue bombardeado destruyendo todo lo que estaba allí.
A pesar de la hostilidad propia de una guerra, la Fundación se encarga de llevar más suministros, como equipos de reanimación y trailers llenos de medicamentos, a las zonas damnificadas.
La cara humana del corredor es la acogida de refugiados y el cuidado de los heridos. "No se trata de recoger a gente, sino de acoger a personas", ha destacado Caram. Cada familia viene de unas circunstancias distintas y, por tanto, "necesitan acompañamientos diversos".
En esta línea, la Fundación ha trasladado a 41 heridos de guerra que han sido atendidos en hospitales de Barcelona y Madrid. En el marco de esta operación, se ha puesto en marcha un corredor expreso a través del cual cada mes llegan al menos cuatro heridos del frente y se vuelven pacientes dados de alta.
La recuperación es lenta y las instituciones colaboradoras, como el Hospital Clínic, tienen mucho trabajo. “Por cada muerte, hay tres heridos. Y por cada tres heridos, hay dos mutilados”, ha alertado Caram. "Sabemos que hay cansancio mediático sobre la guerra en Ucrania, pero también hay un pueblo que se desangra", ha remarcado.
Uno de los casos que ha tratado la Fundación es el de Juliia Ischcenko , refugiada ucraniana que vivió dos meses en la zona de conflicto. Actualmente, es peluquera y vive en un piso de la Fundación mientras busca trabajo. En la rueda de prensa, ha relatado el inicio del conflicto: "Al principio había demasiada confusión y la gente se quedaba en casa, sabíamos por dónde iban las tropas cada vez que los ruidos de disparos y bombas se acercaban". Al final, Ischcenko empezó a desarrollar fobia y decidió que debía huir.
55 pisos de acogida, atención médica a niños y acompañamiento de jóvenes ex tutelados
Pero el trabajo de la Fundación del Convento de Santa Clara no sólo se ha centrado en el corredor humanitario de Ucrania. Lucía Caram ha explicado que la entidad ha atendido a 24.304 personas durante 2022. Otro de los proyectos que Caram ha destacado es el almacén de alimentos que gestiona la Fundación y que cubre las necesidades de personas de seis comarcas diferentes de Cataluña. La iniciativa coordina 22 entidades sociales y llega a más de 17.000 personas. La Fundación también gestiona 55 pisos de acogida que acogen a 220 personas entre refugiados y personas en riesgo de exclusión social así como un albergue para personas sin hogar.
Además de la lucha por la pobreza infantil y la ayuda en atención médica a 600 niños, desde la Fundación aseguran que también han colaborado en la reducción de delitos en Manresa. Algo que Caram explica que ha sido gracias a un programa de la Fundación con los Mossos d'Esquadra que acompaña a jóvenes ex tutelados con antecedentes. Desde su implementación, la entidad de Caram habla de una reducción del 36,8% de robos con violencia.
Los datos demuestran que las penas elevadas y el sistema judicial no alejan a los delincuentes del delito. Estos cursos abren la puerta a una respuesta institucional distinta. Estos jóvenes suelen ser personas recién llegadas, que carecen de referentes y familia y, en muchos casos, están indocumentados. "La sociedad sólo ve delincuentes, pero nosotros escogemos ver más allá", concuerdan Caram y el intendente Josep Guillot. El programa ha demostrado ser eficaz y ya se está empezando a implementar en Manlleu.
"Queremos transformar a la gente". El presidente de la Fundación del Convento de Santa Clara, Gabriel Prat, también ha intervenido en la rueda de prensa explicando el objetivo de la Fundación: "Queremos que las personas atendidas encuentren alternativas y soluciones". "No queremos que se queden con nosotros de forma permanente", ha dicho.
La rueda de prensa ha tenido lugar en el hotel Guillart Gran Passage, espacio donde se empezaron a acoger a los primeros heridos trasladados sin apenas ruido mediático. Caram ha afirmado que sólo se escuchan malas noticias y esta era una buena oportunidad antes de que acabara el año para demostrar que también las hay buenas. La Fundación se comprometió a entregar la ayuda personalmente y ahora ya han viajado 13 veces a Ucrania.
"No podem mirar a un altre lloc mentre hi hagi gent que pateix" @sorluciacaram ha presentat avui el balanç de l'ajuda humanitària que la @fundsantaclara ha fet durant aquest 2022: https://t.co/WASQ7dNtE1 pic.twitter.com/gTEGteE5Y1
— Catalunya Religió (@catreligio) December 13, 2022
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