Fundació Joan Maragall: “Colaborar con otras entidades nos ha permitido llegar a más gente”

AINA ARGUETA -CR "La transmisión religiosa, humanística y cívica no van separadas, muchas veces comparten problemas", manifiesta David Jou, presidente de la Fundació Joan Maragall. Durante este curso la organización ha centrado sus espacios de reflexión en la relación de los humanos con la naturaleza, poniendo énfasis en las urgencias del cambio climático, colaborando con diversas entidades. "Hemos procurado realizar actividades en colaboración e ir abriéndonos a otros ámbitos, siempre con la presencia cristiana en la cultura como denominador común", detalla Jou. Será la antropóloga y activista ecofeminista Yayo Herrero la encargada de cerrar el curso de la fundación en una conferencia que tendrá lugar el día 30 de mayo llamada "Ideas para aterrizar en un planeta desbordado".

Josep Maria Mallarach presentó el inicio de curso añadiendo el aspecto espiritual a la reflexión, destacando el valor religioso añadido de los espacios naturales. Por su cierre, Herrero se centra más en la relación con la naturaleza desde la perspectiva humana, a la vez que reúne la dimensión del cuidado, la ecología y el feminismo. Jou explica que la activista defiende que debe cuidarse la naturaleza, de unos a otros y de nosotros mismos, sin olvidarse del papel histórico de la mujer en el cuidado de la familia y de la casa.

Este acto cerrará un curso en el que han organizado decenas de actividades, aunque reconocen que están lejos de recuperar la actividad que habían tenido antes. A consecuencia de restricciones económicas "no podemos publicar tantos libros de Cristianismo y Cultura ni realizar los tres ciclos de conferencias que hacía la fundación cada año", relata David Jou. Con todo, asegura que haber organizado eventos en colaboración les ha permitido llegar a un público más amplio y tener mayor visibilidad.

Reflexionar para poder actuar

Durante estos meses, la Fundación ha organizado diferentes talleres de lectura y un recital con Barcelona Poesía sobre la poesía de las tres plegarias Shema Israel, Al Fatiha, y Padrenuestro. Por otro lado, se coordinó con el Museo Diocesano un coloquio con la coreógrafa Maria Rovira, que había hecho la coreografía Evangelium, y con el ensayista Raül Garrigasait, que se había encargado de la adaptación de las confesiones de San Agustín. Quería ponerse "en valor el instrumento creativo", defiende el presidente. En esta línea, también se dirigió una mesa redonda en el Petit Palau sobre "Música y espiritualidad en un mundo convulso" con los compositores Jordi Savall, Mireia Barrera, Bernat Vivancos y Joan Magrané. Asimismo, han gestionado una visita al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) llamada 'La configuración del espacio simbólico medieval en el contexto europeo', la cual se centraba en cómo la cultura cristiana europea se expresa de una manera simbólica, tanto en lo que se refiere a la concepción sagrada del espacio como a la utilización de símbolos.

Con todos estos de actos han ensanchado el campo de mirada. "La transmisión religiosa, humanística y cívica no van separadas, muchas veces comparten problemas", explica el presidente de la entidad. "A veces podría parecer que el problema religioso afectara a un número pequeño de personas, pero no es así, la parte humanística también influye".

Desde la Fundació Joan Maragall manifiestan que gran parte de la actividad es la reflexión enfocada a una acción posterior. "Hagamos esta reflexión desde el cristianismo y realcemos su valor intelectual", razona Jou. Remarcan el papel de estar atentos y hablar sobre los problemas que afectan a la actualidad. "Vemos el cristianismo no sólo como reflexión, sino como inspiración y como dinamizador del arte y de la política", concluye el presidente de la Fundación.