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Catalunya Religió

(CR) Este miércoles se ha convocado una manifestación unitaria en decenas de capitales europeas con el lema 'No a la guerra en Ucrania: Sus guerras, nuestras muertes'. La Plataforma Detenemos la guerra –que impulsó las movilizaciones masivas de 2003 contra la guerra de Irak– impulsa la convocatoria en Barcelona, ​​que tendrá lugar a las 18:30 h en plaza Catalunya. Desde nuestro país se han sumado diversas entidades cristianas, entre ellas, Cristianismo y Justicia, la Fundación Joan Maragall, Justícia i Pau o el Movimiento de Profesionales Católicos de Barcelona.

En el manifiesto de convocatoria las entidades convocantes expresan el rechazo ante "la actual agresión militar del gobierno ruso contra la población ucraniana". Muestran "solidaridad hacia todas las víctimas", tanto de ésta como "de todas las demás guerras activas en todas partes" y, también, hacia "todas las personas valientes que se manifiestan" y que lo hacen en Rusia "a pesar de la represión".

Piden "pasar a la acción para detener la violencia" y alertan que "las guerras agravan" lo que consideran "la peor crisis ecosocial de la historia" porque "generan destrucción y más contaminación, hechos incompatibles con la vida".

Por eso, hacen un llamamiento a la Unión Europea y al conjunto de la comunidad internacional a conseguir que se detengan las hostilidades y se retiren todas las tropas de Ucrania. También piden que la Generalitat y los ayuntamientos tengan "un rol de liderazgo" en la acogida de desplazados y refugiados. Y que se inicie "un proceso real de diálogo que garantice el pleno cumplimiento del derecho internacional", con "soluciones innovadoras y pacíficas", evitando "un aumento de los presupuestos militares" que llevarían "a una escalada bélica devastadora".

Puede leer el manifiesto a continuación:

No a la guerra en Ucrania: Sus guerras, nuestras muertes

Nos toca volver a llamar 'No a la guerra'. La actual agresión militar del gobierno ruso contra la población ucraniana, fruto de la tensión acumulada desde hace ocho años, impacta en la vida de decenas de millones de personas y empuja al conjunto de la humanidad hacia el desastre. Ante esta agresión, las entidades, movimientos sociales, partidos y sindicatos que impulsamos este manifiesto estamos aquí, ante todo, para rechazar esta agresión y para mostrar nuestra solidaridad hacia todas las víctimas de esta guerra y sumarnos, así, al grito de decenas de capitales europeas.

Nuestra solidaridad es con la ciudadanía de Ucrania y con las víctimas de ésta y de todas las demás guerras activas en todas partes. Es con las personas que han tenido que abandonar su casa y sus seres queridos y buscar refugio en otros países. Según ACNUR, hasta cinco millones de personas pueden verse obligadas a irse de su casa. Por ellas, y por tantas otras en busca de refugio en todo el mundo, sin distinción de origen, defenderemos su protección y seguridad: ¡nuestra casa, es vuestra casa! Nuestro apoyo también es para todas las personas valientes que se manifiestan en las calles de Moscú y en otras ciudades de Rusia para protestar contra las acciones de su gobierno, a pesar de la represión. Ya son miles de personas detenidas en pocos días.

Pero más allá de las muestras de solidaridad y las declaraciones de condena, es necesario pasar a la acción para detener la violencia. Estamos ante la peor crisis ecosocial de la historia, y las guerras agravan esta situación porque generan destrucción y mayor contaminación, hechos incompatibles con la vida. Necesitamos que nuestros gobiernos actúen para detener la escalada belicista antes de caer en una guerra de proporciones devastadoras. Durante mucho tiempo, hemos pedido que se trabaje para la paz, el desarme, el fin del comercio de armas y la prevención de una escalada bélica frente a las tensiones generadas en el este de Ucrania. Pero hoy, que el conflicto se ha intensificado, hacemos un llamamiento a:

  1. Que los gobiernos de la Unión Europea, incluyendo el Estado español, y el conjunto de la comunidad internacional dediquen todos los esfuerzos a su alcance para conseguir –por la vía de la negociación, solidaridad económica y propuestas pacificadoras– un cese integral de las hostilidades y la retirada de todas las tropas de Ucrania.
  1. Que la comunidad internacional proporcione y garantice el acceso a la asistencia humanitaria y la protección internacional a la población de Ucrania, incluyendo a la población desplazada y refugiada por el conflicto. La Unión Europea debe activar vías legales y seguras de forma inmediata, y el gobierno español debe poner los mecanismos para realizar una acogida real digna asegurando que se respeten los derechos de las mujeres y la infancia. Los gobiernos de la Generalitat y Ayuntamientos deben tener un rol de liderazgo en esta acogida.
  1. Que la comunidad internacional invierta todos los esfuerzos necesarios para iniciar un proceso real de diálogo que garantice el pleno cumplimiento del derecho internacional. Es necesario que la UE y las Naciones Unidas impulsen iniciativas de construcción de paz que acojan a todos los actores, incluida la sociedad civil de los países implicados, y, especialmente, a las mujeres, para que puedan ofrecer soluciones innovadoras y pacíficas que trabajen para una solución negociada. Todo esto pasa por evitar un aumento de los presupuestos militares porque nos llevaría a una escalada bélica devastadora. No hay solución militar posible: es necesario rechazar el modelo de seguridad hegemónico militar mundial, y de la OTAN en particular, abordar las causas estructurales de la guerra y evitar tomar medidas que aumenten el sufrimiento y las tensiones del conflicto.

No hay camino hacia la Paz. Paz es el camino.

Una vez más, desde Barcelona y Cataluña, llamamos: No a la guerra.
¡Vuestras guerras, nuestras muertes!

NO EN LA GUERRA, NI EN UCRANIA NI EN NINGÚN LADO

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