(Laura Mor –CR) Ballet, tango, bailes de salón, danza oriental, hip hop, fusión tribal, funky, flamenco, jazz, contemporáneo y cabaret. Estilos muy diversos de danza forman el espectáculo Dansem que, con el objetivo de acercar la misión de Cáritas Girona y Salt a la calle, este sábado llega a la quinta edición. Además de recaudar fondos, la propuesta ha logrado vincular la sociedad civil con un voluntariado concreto a la entidad.
Según Jordi Valentí, voluntario de Cáritas Salt, este tipo de formato ayuda a canalizar la solidaridad de muchas personas con sensibilidad social y que, a menudo, toman un compromiso en el tiempo. Valentín asegura que a raíz de estas iniciativas han aumentado tanto el número de donativos como el de voluntarios vinculados a Cáritas Girona y Cáritas Salt.
Diversificación de actos solidarios
La entidad, que este año celebra 50 años, también ha detectado una diversificación de las actividades que la sociedad pone en marcha de forma espontánea con el fin de recaudar fondos a su favor. Con el objetivo de mejorar la vida de las personas desfavorecidas a través de Cáritas, se organizan actos culturales diversos, como teatro, recitales de poesíao conciertos de canto coral.
"Independientemente de los céntimos que recopilaciones –una ayuda que siempre necesitamos–, es un motivo para hacer difusión y sensibilización de la labor de Cáritas", dice Valentín. Con una presencia sencilla por parte de la entidad, el espectáculo de danza permite al público conocer formas concretas de colaboración: "Es muy importante poner cara a la entidad, darle nombres y apellidos. La gente sabe con quién se la juega cuando hace una aportación".
Durante estos cinco años el espectáculo ha tenido un éxito notable. Según Cáritas Salt, este hecho transmite un mensaje serio a la administración, que ve como la entidad con la que colabora cuenta con mucha población que lo apoya.
Una simbiosis de necesidades
La iniciativa nació de la mano de la profesora de danza y coreógrafa Giorgia Di Cesare, que coordina el espectáculo de escenario adentro. Di Cesare detectó en las escuelas de danza la necesidad de buenos escenarios donde mostrar su trabajo, que habitualmente pasa desapercibido. Asimismo, la profesora tenía noticia que algunos padres de sus alumnos son voluntarios de Cáritas. En un proceso de simbiosis de necesidades nació Dansem, hace cinco años.
En el espectáculo del año pasado, Cáritas destacaba la necesidad de "trabajar conjuntamente por la justicia social". Lo hacía afirmando que, en un contexto de crisis, "los gobiernos no llegan a todo y es fundamental velar por la capacidad activa de ayuda de las personas ". Lo recoge este vídeo:
[Fotografía del cartel: Martí Artalejo]
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