Pasar al contenido principal
Catalunya Religió
Galeria d'imatges

(Jordi Llisterri –CR) ¿Qué hay más tradicional y catalán que la Sardana de las Monjas? Con esta pieza interpretada por la Cobla Sant Jordi se han abierto este miércoles los actos de celebración de la finalización de la Torre de María de la Sagrada Familia. La sesión matinal se ha presentado como "un homenaje de la cultura popular y tradicional de Barcelona a la basílica". Así lo ha explicado para abrir el acto Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora. Ha destacado que es la primera vez que la Sagrada Familia "recibe estos honores" y ha agradecido la colaboración de la coordinadora de entidades del barrio de la Sagrada Familia y del Instituto de Cultura de Barcelona.

El acto ha comenzado con el baile de los gigantes del barrio de la Sagrada Familia y de los gigantes de la Ciudad en el centro de la nave. El Águila de Barcelona (Àliga de Barcelona) ha encabezado la comitiva popular que ha entrado por el pasillo central y ha rendido honores a las autoridades y a la torre de Madre de Dios. Homenaje que es una tradición barcelonesa que se remonta al siglo XIV, reservada a las autoridades, visitantes ilustres y momentos solemnes de la ciudad. En la primera fila el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, con su familia; y el cardenal Juan José Omella.

Durante casi una hora se han sucedido figuras tradicionales del folclore catalán, como los pilares de honor de los castellers de la Sagrada Familia y una sardana de lucimiento con representantes de cuatro grupos sardanistas de Barcelona. Al final, una delegación del cortejo popular ha hecho una ofrenda de flores al altar.

El acto ha terminado con unos breves discursos. Solo estaba prevista la intervención del cardenal Omella, pero al levantarse ha invitado espontáneamente al presidente Aragonés a pronunciar unas palabras. El presidente de la Generalitat ha explicado que el acto muestra "lo que representa este templo por la cultura y el país" y cómo "la Sagrada Familia no se entiende sin la participación de la ciudadanía".

Omella ha descrito la Sagrada Familia como "un corazón que hoy da sentido a Barcelona y a todo el mundo". Un templo que "hace que todos nos sintamos unidos en este corazón que nos da vida y esperanza" y que nos muestra "que el mundo no se acaba con la pandemia".

El acto se ha cerrado con una nueva reverencia ritual del Águila de Barcelona (Àliga de Barcelona) a las autoridades y al altar, y con la salida de todo el cortejo hacia la fachada de la Nacimiento. El fuerte viento que se lo llevaba todo, ha impedido hacer bailar a los gigantes delante de fachada.

Al acto también ha asistido el obispo auxiliar de Barcelona Sergi Gordo, el resto del Patronato de la Junta Constructora; la consejera de Cultura, Natàlia Garriga; el teniente de alcalde Albert Batlle; la concejala Elsa Artadi; y el párroco de la Sagrada Familia, Josep Maria Turull. Entre el público que ha llenado la basílica, los niños son quienes mejor se lo han pasado.

El ceremonial de la ciudad ha abierto los actos de inauguración de la Torre de la Virgen que se sucederán durante todo el mes, después de la bendición y encendido de este miércoles por la noche coincidiendo con la festividad de la Inmaculada.

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.