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Catalunya Religió
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El Sagrat Cor a la porta de les Teresines.

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Víctor Rodríguez –CR Estaban en buena parte de las puertas principales de los pisos, en las entradas de casas de pueblo y en los canceles de masías y casas de payés. Las encontrábamos a veces delante, otras por detrás, justo al lado del timbre o en lo alto del marco de la puerta. En muchas casas antiguas todavía están, algo desconchadas o con una capa de barniz encima, y ​​es que el tiempo pasa factura a todo y a todos. Hoy, en la colección de artículos 'Cosas de Antes' de Catalunya Religió, hablamos de las placas -o chapas- del Sagrado Corazón que se ponían a las puertas de los hogares de nuestro país. La mayoría, como hemos dicho, estaban dedicadas al Sagrado Corazón, aunque también las había bajo advocación de la Virgen María o de la Sagrada Familia.

Tenían diversas formas, de ventana con arco gótico, ovaladas o sencillamente siguiendo la silueta de Jesús. Mayoritariamente eran plateadas, pero también se hacían con esmaltación de porcelana, fueran más grandes o más pequeñas, todas tenían unos pequeños orificios para ser clavadas sobre madera. La intención era clara y doble. En primer lugar, la de protección del hogar y de las personas que vivían en él y, en segundo lugar, la de identificar que aquella casa era un hogar cristiano.

LA PLACA DEL SAGRAdo CORazón, EN CATALUÑA, REFORZABA EL MENSAJE DE LA TÍPICA BALDOSA DEL "DIOS os GUARDa"

La placa más característica, y probablemente la más común, comenzaba con la frase "BENDECIRÉ las casas en que la imagen de mi corazón sea expuesta y honrada. Las personas que propagan esta devoción tendrán escrito su número en mi corazón y nunca será borrado de él" . Y es que seguro que estas placas tuvieron un tirón mucho más fecundo después de la consagración de España en el Sagrado Corazón de Jesús, algo que tuvo lugar en 1919 en el Cerro de los Ángeles bajo el reinado de Alfonso XIII.

Probablemente por este hecho y gracias a las dictaduras que irían viniendo a posteriori, algunas de las placas ya encarnaron totalmente el nacional catolicismo que se viviría años a venir con frases mucho más directas y, por tanto, menos espirituales, como la de "Reino en España ”. Aunque la mayoría fueron escritas en castellano -las que tenían texto- también se pueden encontrar algunas en nuestra lengua gracias a iniciativas particulares o bien de instituciones que velaban por la lengua a la vez que por la salud espiritual del país, como el Fomento de Piedad Catalana, entidad que fue clausurada a inicios del franquismo.

Hay que decir también que en nuestra casa, esta placa venía a reforzar el sentido y función que ya hacía el típico cuadro o ladrillo del "Dios Os Guarde". Un mensaje que a pesar de los tiempos que corren, todavía está muy presente en los recibidores de casas y evidentemente todavía es una forma viva y bonita de saludo.

Si nunca ha visto ninguna placa del Sagrado Corazón colocada en una puerta, les invito a remirar alguno de los capítulos de la mítica y añorada serie de las Teresitas. Cada vez que un vecino pica en el timbre, sea Angelina, Mariquita, Paca, Eugenio o Montserrat, tendrá oportunidad de ver la placa. Y es que sólo un capítulo de esta serie de La Cubana ya daría por hacer muchos artículos de 'Cosas de Antes'.

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