Rescate más caro que el oro

La lectura del fragmento de la 1ª carta de Pedro (1,17-21) que leemos este domingo empieza diciendo: "Vosotros invocáis como Padre". La afirmación concuerda con lo que ha proclamado en 1,3: "Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo". Dirigirse a Dios como Padre se ha convertido en la forma habitual que los seguidores de Jesús tienen para dirigirse a Dios. Representa un enriquecimiento respecto otros nombres dedicados a Dios: Bendito, Altísimo, Dios del cielo, del universo, Dios de Israel. Los creyentes lo han aprendido de Jesús mismo, que ruega a Dios llamándole Padre (Lc 22,42) y enseña a sus discípulos a orar nombrando a Dios, Padre (Mt 6,9). El autor de la carta recuerda, con todo, que Dios es un juez justo. En nuestros tiempos esta expresión resulta incomoda. Remite a las imágenes de la escritura hebrea que presentan un Dios, juez severo (Jl 4,12; So3,8). En otros textos, sin embargo, se yuxtapone el juicio justo con la salvación (Sal 7,9-10; 9,8-10; 76,9-10); entonces el juicio se convierte en el instrumento que tiene el pobre para la defensa de sus derechos. El autor de 1 Pedro habla de un juez que es Padre, es de esperar que en su juicio el amor, la comprensión y el perdón tengan más peso que la severidad y el castigo.

"La manera absurda de vivir que habíais heredado de vuestros padres" Sus padres no son aquí los antepasados ​​de Israel. Si modernidad y progreso llevan a mirar al futuro, el autor de la carta nos propone una mirada al pasado, en este caso, no para imitarlo sino para rehuirlo. Sus padres son los practicantes de la religión entregada a los ídolos. La manera de vivir de los antepasados ​​ejercía sobre los romanos una influencia decisiva. El emperador Augusto había propiciado el restablecimiento de los valores de la religión del pasado. Veía en la conservación de las creencias y las costumbres una herramienta imprescindible para el buen funcionamiento de la vida social. Para el autor de 1 Pedro no se puede admitir la pervivencia de una religión basada en el culto idolátrico y en la deificación del emperador. En este sentido, la manera de vivir de los antepasados ​​resulta absurda y hay que abandonarla.

"Habéis sido rescatados con una sangre preciosa". Para darse cuenta de lo que significa rescatar, hay que tener presente las estructuras sociales de las culturas de la antigüedad. Un dueño podía adquirir un esclavo comprándolo o adquiriéndolo por la fuerza (botín de guerra, pago de una deuda). Un esclavo podía ser rescatado si alguien pagaba al dueño el precio de su libertad. En Israel existía la figura del go'el, un redentor o defensor de los derechos de un individuo o de un grupo. Si un israelita había sido convertido esclavo por no poder pagar una deuda, podía ser rescatado por un pariente cercano, este era el go'el (Lv 25,47-49).

El autor de la 1ª Pedro se vale en este texto de dos líneas de pensamiento bíblico - teológico. Una entiende la muerte de Jesús como un rescate. El ser humano está dominado por un dueño, el pecado, que sólo le puede reportar la muerte (Rm 6,6). Jesús es como el go'el liberador (He 9,15). La sangre que es la vida, derramada con su muerte, será el precio con que se realizará el rescate (Rm 5,9). La otra presenta la muerte de Jesús como una sustitución. Él muere en lugar del pecador que debería morir a causa del pecado. La muerte de Jesús es comparada con los sacrificios realizados en el templo de Jerusalén. Esta es una de las afirmaciones fundamentales de la carta a los Hebreos (9,11-14). "Cristo sacrificado como un cordero sin defecto ni defecto" hace pensar en la Pascua (Ex 12) y en los animales que se ofrecían a Dios que no podían tener ningún defecto. Él es el cordero sin defecto que quita el pecado del mundo (Jn 1,29) .Todo lo que acontece en Jesús no es una maniobra correctora, por parte de Dios, de los fallos humanos, sino que entra en un plan , perfectamente diseñado que va del inicio al fin de los tiempos y está encaminado a la manifestación benefactora de Jesús resucitado y que pide por parte del creyente fe y esperanza.

Domingo 3º de Pascua. 30 de Abril de 2017