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Comentario al evangelio del domingo 5º de Pascua. A

Del primero de los dos discursos de despedida que Juan introduce en el tramo final de su evangelio leemos hoy los primeros versículos (Jn 14,1-12). Las palabras puestas en boca de Jesús comienzan diciendo: “Que vuestros corazones se serenen. Creed en Dios, creed también en mí”. El trasiego de los discípulos es muy comprensible porque sintoniza con el trasiego de Jesús que le afecta en el momento de la muerte de su amigo Lázaro (11,33); Jesús se siente trastornado también por la experiencia de la traición de uno de sus discípulos (12,27) y, ante la inminencia de una muerte insoslayable, Jesús está afectado por el trasiego. Es lógico que los discípulos estén tristes, se dan cuenta de que la muerte de Jesús producirá una separación irremediable, además, se sienten abatidos porque ven que el proyecto al que Jesús les había animado será con su muerte un fracaso total. Causa también del trasiego y tristeza de los discípulos es el odio del mundo hacia ellos, odio compartido con el odio que el mundo tiene al mismo Jesús (Jn 15,18); la lucha de Jesús con el mundo es también la lucha de los discípulos; la fe en Dios y en Jesús será la mejor forma de superar la tristeza.

Es muy probable que al elaborar este texto el autor tenga presente el texto de los salmos 42,12; 43,5 donde el orante, al encontrarse abatido y triste, es invitado a esperar en Dios a fin de superar la situación en la que se encuentra. El símil con la situación en la que se encuentran los discípulos es acertado. Jesús les anima a superar el desánimo con la fe en Dios y en Él. En el momento en que la presencia física de Jesús no esté sólo la fe jugará un papel primordial en la vida de las comunidades.

La mención del corazón en tanto que éste es el centro neurálgico de la persona indica que la decepción no es un sentimiento o estado de ánimo pasajero, sino que afecta a la persona entera en su sentir, su pensar y su hacer.

Para contrarrestar la tristeza de los discípulos Jesús les anuncia que se va a preparar muchas estancias. ¿Qué son estas estancias? Algunos padres de la Iglesia han visto una referencia a los diferentes grados de bienaventuranza para disfrutar en una vida futura según los méritos obtenidos en esta vida, pero la idea de una salvación desigual no se ajusta con el pensamiento del evangelio de Juan. El texto se inspira en la apocalíptica judía muy preocupada por la realidad del futuro. Se imaginaban un cielo con una gran estancia por los justos. Así lo dice el primer libro de Enoc “ Allí tuve una visión: la estancia de los santos y las camas de los justos.... Vi su estancia bajo la protección del Señor de los espíritus y todos los justos y escogidos resplandecían delante de él como luz de fuego” (39,5.7). El uso del plural en el texto joánico no debe entenderse en un sentido calificador sino en un sentido cuantitativo: hay estancias para todos.

“Voy a prepararos un sitio”. El término griego “topos” (lugar) a menudo se refiere al templo de Jerusalén. De hecho, en el templo había muchas estancias. El templo era considerado el lugar por excelencia de la presencia de Dios y esa presencia de Dios se ajusta perfectamente al hecho de que estas estancias están en la casa del Padre.

A diferencia de los discursos de despedida en que el que se despide se va y no vuelve, Jesús se va para volver. Esto encaja con una tradición muy arraigada en las comunidades cristianas, la convicción de que Jesús volverá para llevarse a los elegidos. Lo expresa muy bien la 1ª carta a los Tesalonicenses: “El Señor mismo bajará del cielo, y quienes han muerto en Cristo resucitarán primero. Entonces los que de nosotros quedemos con vida seremos llevados junto con ellos en las nubes, y por los aires iremos al encuentro del Señor” (4,16).El pensamiento apocalíptico concibe el mundo dividido en dos esferas la terrenal y la celestial. Jesús resucitado cumple la función de mediador entre las dos esferas: al morir en la cruz abandona el mundo inferior para preparar las estancias para los elegidos. El retorno tiene la finalidad de conducirlos a la esfera divina a fin de establecer con ellos una comunión inquebrantable.

El evangelio se escribe cuando la presencia histórica de Jesús ha terminado. El texto que construye el evangelista y que leemos hoy pretende presentar a Jesús que con el anuncio de las estancias transforma el trasiego de los discípulos en una buena noticia.

Domingo 5º de Pascua. 7 de Mayo de 2023

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