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Los cuatro evangelios hablan del bautismo de Jesús lo que indica la relevancia del evento en el conjunto de los hechos y la predicación de Jesús. Leemos hoy el relato de Lucas (3,15-16. 21-22) y nos fijaremos en algunos detalles que ayudan a una mejor comprensión del texto.

"Yo os bautizo con agua ... él os bautizará en Espíritu Santo y fuego" (v.16). Es evidente que Lucas habla de una forma de bautizar diferente entre Juan y Jesús, pero en Jesús, hay un bautizo con dos elementos o hay dos tipos de bautizo, el del Espíritu Santo y el del fuego? ¿Cuál es el por qué de este añadido "y con fuego" que también aparece en Mateo (3,11) pero no en Marcos? El añadido contrasta con otros pasajes de Lucas donde habla de ser bautizados: antes de Pentecostés (Hch 1,15) y en el discurso de Pedro a la iglesia de Jerusalén (Hch 11,16). En estos pasajes no se menciona el fuego. Una explicación ve que el bautizo de Jesús va ligado con el fuego del Espíritu Santo. La efusión del Espíritu Santo será como un fuego que llena de fuerza el corazón de los hombres, por lo que la presencia de las lenguas de fuego en el relato de Pentecostés es coherente(Hch 2,3).

La explicación más plausible es la considerar que las palabras de Juan están dichas en el contexto de una predicación profética de tono apocalíptico. Habla de la pala que a está lista para aventar el grano de la era y para entrar el trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que no se apaga (v.17 que omite la lectura litúrgica) y anteriormente ha dicho: "Todo árbol que no da buen fruto es arrojado al fuego" (v.9). En la literatura profética, a menudo el fuego va ligado a la realidad del juicio. "El Señor juzgará todos los mortales con la espada y con fuego" (Is 66,16). "He decidido reunir naciones, de reunir reinos, para verter encima mi enojo, todo el fuego de mi rigor" (So 3,8b). "El Señor, me hizo ver cómo convocaba el fuego para ejecutar su juicio" (Am 7,4). En el contexto del capítulo 3, el fuego es un símbolo del castigo que deberán sufrir aquellos miembros de Israel que no se arrepientan. En el contexto de Pentecostés, Lucas quiere evitar que se pueda pensar en castigos y venganzas, sobre todo en el momento en que el Mesías de Israel acaba de ser crucificado, por eso en Actos no se menciona el fuego.

"Mientras oraba se abrió el cielo". Se enseñaba y existía la convicción entre los judíos de los últimos siglos aC. que los cielos estaban cerrados y que el Espíritu de Dios no bajaría nunca sobre nadie en Israel dado que se había producido la desaparición de los últimos profetas, Ageo, Zacarías, Malaquías. La profecía se había terminado y el pueblo experimentaba un sentimiento que añoraba uno de los pilares fuertes de su religiosidad. El libro primero de los Macabeos expresa este desencanto: "Desde que se acabaron los profetas ..." (1 Ma 9,27). Se pensaba que los cielos se abrirían en los tiempos finales del Mesías a fin de que el profeta de los nuevos tiempos pudiera recibir el Espíritu de Dios. Lucas probablemente tiene presente esta convicción y ve en Jesús al Mesías que, abriéndose-le los cielos, recibe el Espíritu de Dios.

La inmersión en el agua, el don del Espíritu, la voz procedente del cielo son los elementos con que Lucas describe la intensa experiencia interior de Jesús en el momento de su unción mesiánica. En la disposición expresada por Jesús de entrega incondicional que llega hasta la muerte, (este es el sentido de la inmersión en el agua) Dios corresponde con el don de su Espíritu. La voz del cielo se deduce que es la voz de Dios que dice a Jesús: "Tú eres mi hijo". Esto indica que la experiencia de Jesús y la relación que se establece entre él y Dios es singular y única.

Domingo 13 de Enero de 2019. Festividad del bautismo de Jesús.

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