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Por La puntada .

Me llamo Marta Vidal. Tengo 41 años. Soy madre de 3 hijos. Soy militante de ACO y con Lluís, mi marido, acompañamos como consiliarios un grupo de la JOC.

Soy médico, especialista en Medicina Interna. Me formé en el Hospital de Bellvitge y, desde hace 10 años, trabajo en el Hospital de Martorell, en una unidad que atiende pacientes geriátricos y en situación de enfermedad avanzada o terminal; la unidad se llama UFISS. También hago guardias como especialista en Medicina Interna en mi hospital.

He planteado mi intervención como una revisión de vida

.1. Ver

1.1. ¿De dónde venimos?

Tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, con profesionales altamente cualificados y recursos sanitarios y sociosanitarios que garantizan todo el proceso asistencial. Utilizamos una tecnología novedosa, en técnicas diagnósticas y tratamientos farmacológicos. Disfrutamos de un alto nivel quirúrgico y de unas líneas de excelencia investigadora. Hay que añadir que el sistema es totalmente gratuito y que está distribuido el territorio con criterios de equidad.

Los médicos del Hospital de Bellvitge, en abril de 2011, lo expresaban así: El actual sistema sanitario público de Cataluña, que persigue la excelencia en la atención a toda la población, es reconocido como uno de los mejores del mundo. Se ha conseguido con el consenso y el esfuerzo continuado de toda la sociedad durante muchos años. El grado de satisfacción de sus usuarios es alto. El coste, en términos de porcentaje del PIB, es moderado, si se compara con los sistemas de otros países desarrollados que, además, obtienen peores resultados.

Actualmente [octubre 2011], en el Estado español, se destina a la sanidad pública un 6,63% del PIB, que vienen a ser unos 1.500 euros por habitante y año. Pero el crecimiento del gasto sanitario es superior al crecimiento del PIB. Siguiendo este ritmo, en unos 40 años, habría que destinar a Sanidad un 40% del PIB, lo que ya se ve que es insostenible. La gestión de todo ello se hace difícil cuando entra en juego la salud de las personas. Gastamos más de lo que podemos y nos hemos vuelto más cómodos y exigentes.

1.2. ¿Hacia dónde vamos?

El problema del recorte sanitario es que se ha planteado sin concreción y sin planificación. En la práctica se ha materializado en el cierre de unidades de hospitalización, en la disminución de plazas de cuidados intensivos, en el espaciado de las visitas de control y en el alargamiento en tiempos de espera quirúrgicos. Es, pues, una bajada de la calidad asistencial y hay que valorar si no es también un riesgo para la salud.

Cuando digo que los recortes se han planteado sin planificación, quiero decir que las decisiones recaen en los profesionales que trabajamos directamente con los pacientes y con criterios economicistas. La mayor parte del ahorro recae en los profesionales: el despido de médicos y enfermeras, los cambios en las jornadas laborales, la bajada de sueldos y el no cobrar complementos, lo que ha creado bastante malestar en los profesionales de la salud.

Hay que tener presente que el salario de los médicos españoles es uno de los más bajos de Europa en comparación con el de los facultativos del resto de países de la UE. Dentro de nuestro país también hay diferencias. Los especialistas gallegos son los mejor pagados de España, y los catalanes los peores, según los datos del estudio Análisis de las remuneraciones de los médicos en España 2005. Los médicos especialistas en España reciben un salario medio, sin contar factores variables como guardias o complementos de productividad, de 41.186 euros anuales.

2. Juzgar

Los profesionales sanitarios no estamos de acuerdo en cómo se han planteado las soluciones. No se puede poner en peligro un sistema sanitario que ha costado tanto esfuerzo construir y del que nos sentimos orgullosos.

Hay muchos manifiestos de diferentes colectivos del mundo de la sanidad que están en contra de cómo se han llevado a cabo los recortes: Sociedades de Medicina y Enfermería de todas las especialidades, el presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, el presidente del Sindicato de Médicos de Cataluña.

Todo ello nos afecta y sentimos preocupación, indignación, un gran malestar e incertidumbre de cara al futuro.

El evangelio, sin embargo, nos habla de saber vivir en la comodidad y en la estrechez (Filipenses 4,10-14): "Me ha alegrado mucho en el Señor que últimamente hayáis renovado vuestro interés por mí. Ya lo teníais, pero os faltaba la ocasión de demostrarlo. No quiero decir que en estos momentos pase necesidad, porque ya he aprendido a contentarme en cualquier situación. Sé vivir en medio de privaciones y sé vivir en la abundancia. Estoy acostumbrado a todo: a comer mucho y a sufrir hambre, a vivir en la abundancia y pasar necesidad. Me veo capaz de todo gracias a aquel que me hace fuerte. Sin embargo, habéis hecho bien de solidarizaros con mi estrechez".

3. Actuar

3.1. Ámbito de la gestión

3.1.1. Gobierno

• Hay que pensar en recortar en otros presupuestos que no pongan en peligro el sistema de protección social. La sanidad es un derecho fundamental que iguala a todos los ciudadanos.

• Mejorar la planificación; rehacer los Planes de salud con una guía y ruta a seguir por los profesionales. Con concreción de medidas a adoptar.

• Adaptar los recortes en función del tipo de centro y de procesos (priorizar servicios que requieren una atención especial).

• No puede ser que en cada centro se tomen medidas diferentes. Ya está pasando que en los diferentes hospitales han tomado medidas diferentes en función de los acuerdos entre empresa y profesionales. En algunos centros se ahorran las DPO, en otras hacen más despidos, en otros están más afectadas unas especialidades que otras, en otros se baja la actividad y el salario de los que hacen guardias (pasando la jornada ordinaria a jornada complementaria y dando horas de fiesta ...) ... Por tanto, hay que aplicar medidas iguales para todos los centros y profesionales.

• Hacer Educación sanitaria a la población; concienciar a la población de la nueva situación

.3.1.2. Empresa

•Evitar la pérdida de puestos de trabajo, aumentando las ya elevadas tasas de paro, con la imposibilidad de volver a encontrar trabajo en relación a la salud y pérdida de efectivos altamente cualificados.

• Adecuar las jornadas laborales en función de la actividad, pero con equidad. (Ejemplo de lo que está pasando en mi hospital con los médicos que hacemos guardias).

• Hacer participar a los trabajadores en la toma de decisiones, a la vez que favorece la mejora en la toma de conciencia de esta nueva realidad.

• Fomentar estrategias de motivación de los profesionales en tiempos de crisis, la situación actual es justamente al revés: nos sentimos agredidos porque el ahorro en sanidad recae muy directamente en exigir al profesional un gran esfuerzo a cambio de empeorar sus condiciones laborales.

• Educación sanitaria a la población. No puede recaer sólo en el profesional el hecho de ir explicando constantemente que las cosas están cambiando, intentando no hacer alarmismo, al tiempo que el usuario no puede exigir al profesional lo que éste no le puede seguir ofreciendo.

3.2. Profesionales de la salud

3.2.1. Sociedades científicas

Los grandes expertos de todas las especialidades y los responsables de las diferentes sociedades científicas, deberían hacer una revisión de las guías clínicas para fomentar el ahorro económico con el menor impacto en la calidad.

3.2.2. Profesionales de la salud

• Hay que tomar conciencia de esta nueva realidad, no podemos hacer como si no pasara nada ("yo soy médico, no gestor ... no dejaré de hacer lo mejor por mi paciente ...").

• Hay que hacer un proceso de aceptación y adaptación a esta nueva realidad. Cuesta mucho bajar el nivel al que estamos acostumbrados, tanto los profesionales como los usuarios.

• Hay que usar aún más el sentido común, para hacer un uso racional de los recursos de que disponemos; ponderando con mucha vigilancia los criterios economicistas en la toma de decisiones: exploraciones complementarias (pruebas diagnósticas), tratamientos farmacológicos, dispositivos asistenciales. Esto implica un gran esfuerzo por nuestra parte.

• Continuaremos trabajando con la misma competencia profesional, a pesar de disponer de menos tiempo y menos sueldo. Seguiremos haciendo formación continuada para estar a la altura (aunque tenga que estar fuera de nuestro horario profesional). Seguiremos tratando el paciente con el mismo respeto y atención que todas las personas merecen.

• Habrá que buscar herramientas para denunciar situaciones de injusticia, tanto desde el punto de vista de nuestra situación laboral como en referencia a todo aquello que implique poner en peligro la salud de nuestros pacientes: listas de espera insoportables, necesidades de recursos urgentes... etc.

• Continuaremos haciendo educación sanitaria al usuario, sin alarmismo ni victimismos.

• Si nos recortan el sueldo, es necesario que nos recorten la jornada. Aprovechar que trabajaremos menos para mejorar nuestra calidad de vida, dedicar más tiempo a los de casa, a nosotros ... etc. Los médicos trabajamos mucho y muchos dedican poco tiempo a sus familias, por el hecho de tener que trabajar en festivos, noches, fines de semana etc ...

3.3. Usuarios de la salud

• Mejorar las estrategias de prevención.

• Ser más conscientes de la nueva situación, adaptarnos a la nueva realidad de una disminución en la calidad del servicio que hasta ahora se prestaba.

• Usar o solicitar recursos de forma racional (servicio de urgencias, ley de dependencia).

• Buscar o pedir alternativas

• Disponer de mecanismos para poder denunciar situaciones insostenibles.

Valores:

• Aceptación (no es resignación).

• Aprender a valorar lo que tenemos, tomar conciencia de que todo tiene un coste, no sólo económico, también social.

• Oportunidad de mejora, buscar aspectos positivos ante las adversidades.

• Esfuerzo.

• Justicia y equidad; debemos ser justos para que los recursos lleguen a todos.

• Compasión: implicación ante una situación injusta, no justificarlo todo por la crisis.

• Espíritu de lucha y reivindicación de derechos, como profesionales y usuarios. Tener claro cuáles son nuestros derechos (y nuestros deberes).

• Esperanza: Vamos a salir, la situación mejorará. Definir qué modelo de sociedad queremos

Marta Vidal, médico

Intervención en la mesa redonda organizada por el Equipo de Pastoral Obrera del Obispado de Sant Feliu en Molins de Rei el pasado 10 de noviembre.

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