Sentimiento y autodefinición

El Proyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI define en su artículo 3 una serie de términos. Entre ellos, identidad sexual, entendida como: «vivencia interna e individual del sexo tal y como cada persona la siente y autodefine, pudiendo o no corresponder con el sexo asignado al nacer.» Si no existe correspondencia, se habla entonces de persona «trans». Mi reflexión se centra en el hecho del valor que se concede al sentimiento y a la autodefinición. No entro en otros campos. También dejo de lado que hubiera un posible error en la asignación de sexo que, dada su mayor objetividad, no se presume frecuente. Eliminada esta alternativa, solo queda pensar en dos posibilidades: que la persona sienta y autodefina su identidad sexual de manera válida y acertada o no. Existe un margen de error. ¿Qué fuerza concedo a mi sentimiento cuando me siento de un modo u otro? Mi autodefinición puede obedecer a un espejismo y caer en el autoengaño. No hablo ahora del tema de la identidad sexual o de las personas trans, sino de un fenómeno más universal en su campo de aplicación. Si una persona tiene una vivencia interna e individual de que vale poco o se considera a sí misma como un ser insignificante, cabe pensar que su sentimiento no corresponde a su propia realidad. Creemos que se infravalora. Cuando una persona asiste a un curso de autoconocimiento personal, puede descubrir una mejor versión de su misma y proceder a la revisión al alza de cómo se define. Es decir, ¿qué grado de fiabilidad tienen mis sentimientos y mi autodefinición? ¿Cómo discernir la verdad de lo que siento y de lo que pienso sobre mí mismo?

Es justo formularse estas preguntas en todas las situaciones de la vida. La respuesta que dé a cada una de ellas me proporcionará lucidez e impulso para tomar las decisiones que en libertad me corresponden. Gestionar los propios sentimientos y ajustar el pensamiento sobre sí mismo son dos tareas de gran importancia en la vida de cada uno. Realizarlas con acierto no es tema menor, ya que apuntan a la experiencia personal del amor y de la verdad.