Pasar al contenido principal

La sociedad civil debe reaccionar con contundencia frente a los recortes que se quieren hacer a las asociaciones, fundaciones y centros laborales y educativos de discapacitados. Es una inmoralidad, una vergüenza y un notable desacierto que se quieran aplicar las tijeras en un tejido tan sensible e importante para nuestra sociedad.

& Nbsp; Cómo es posible que estos tema haya pasado por la cabeza - no digamos por el corazón - de los que administran el dinero de los contribuyentes? Esta es la primera pregunta que el ciudadano se hace ante una decisión tan extremista. ¿Por qué deben recaer sobre los discapacitados y sus familias las consecuencias de la mala gestióntión, de la dictadura de los mercados y de la crisis de sociedad siendo ellos los primeros que todo el mundo debería atender? Como saldrán ahora muchos padres para poder formar y ayudar a sus hijos? Es realmente muy alarmante que un gobierno, que contó con una mayoría que confiaba en él, tome una medida que estamos seguros de que la totalidad de la población la encuentra injusta.
Muchas de estas asociaciones y fundaciones se deben a la iniciativa social, se han ido creando para responder a necesidades educativas, laborales y relacionales a las que como ciudadanos los discapacitados tienen el mismo derecho que todos. No fue fácil ir construyendo los centros, las organizaciones, las iniciativas, buscando el dinero, preparando educadores, velando por el buen funcionamiento. Va ser legítimo y justo que las administraciones locales, autonómicas y estatales ayudaran a tan meritoria labor con el dinero de la sociedad que ellos administran de cara al bien común. No son los dueños, son administradores en orden al bien de la sociedad y no a otros intereses.
La Iglesia,siguiendo la sensibilidad de Jesucristo, siempre ha mostrado una especial atención a este problema. Y hoy, también. Son parte importante de sus preferidos. Hay toda cantidad de hombres y mujeres, voluntarios, laicos y laicas, religiosas y religiosos que dedican su vida al servicio de los discapacitados. ¿Qué debemos pensar de nuestros gobernantes? Han cruzado una línea roja y exigimos que se replanteen nuevamentet el tema, y ​​la examinen desde de humanismo, desde la sensibilidad, desde los derechos humanos y no sólo desde el factor económico, que debe encontrar, si se quiere, otros caminos para recaudar unas cantidades de dinero que tampoco son monstruosas. Pedimos a nuestros obispos una palabra clara, directa y contundente sobre el tema, antes de que llegue a realizarse.
& Nbsp; Si se cierran centros, talleres, aulas, campos de esparcimiento y servicios, si las asociaciones y las fundaciones se ven en la necesidad de reducir lo que hacen .... a todos, y los políticos los primeros, nos debe caer la cara de vergüenza.

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.