La diferencia, respecto a otras ocasiones, es que los documentos principales eran una serie de cartas firmadas por un eclesiástico, el arzobispo Carlo Maria Viganò, actual nuncio vaticano en EEUU y ex secretario del Governator de la Santa Sede. Según las reconstrucciones, en 2009 Benedicto XVI encargó a Viganò sanear las cuentas vaticanos, ya que estaban en números rojos. El arzobispo tuvo éxito en su tarea, desenmascarando el fraude de algunos proveedores y la negligencia de algunos banqueros que hacían de asesores de manera no oficial. Pero, dos años más tarde, en lugar de la esperada promoción a la presidencia de un dicasterio con papel cardenalicio obtuvo el nombramiento como embajador en Washington. Viganò quedó profundamente decepcionado, y llegó a escribir una carta a Benedicto XVI poniendo en cuestión la actuación del papa. Personalmente, uno de los hechos que más me sorprende es el agobio que manifiesta la carta de Viganò al Papa cuando se da cuenta que su carrera eclesiástica le lleva lejos de las cimas de los dicasterios vaticanos. Y también sorprende que el arzobispo tarde tanto en denunciar las irregularidades. Lo hace sólo cuando tiene que renunciar a su cargo.
A lo largo del programa, durante las partes documentales, todo tenía unos tonos un poco sensacionalistas. Se echaban de menos testigos que dieran una versión más poliédrica de los hechos. El arzobispo Viganò sale tan bien retratado, y el cardenal Bertone y el resto de la curia tan mal parados que todo acaba siendo sospechoso.
Si quieres ver el programa entero donde se relatan todos los hechos y se presentan los documentos: www.la7.tv/richplayer/index.html
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