Bernabé Dalmau: "Hay que saber distinguir entre los distintos niveles de autoridad del magisterio"

(Jordi Llisterri - CR) La revista montserratina Documents d'Església ha llegado al número 1.000. Fundada en el año 1966 la revista nació apenas terminado el Concilio Vaticano II como una necesidad de llenar el vacío que representaba la inexistencia de los principales textos eclesiales en catalán. Dudurante más de 45 años, se ha publicado quincenalmente.

Actualmente la dirige el monje Bernabé Dalmau. Él explica la importancia de poner al alcance de todos los principales textos del magisterio y otros documentos significativos de la Iglesia. "Un cristiano bien formado debe saber distinguir entre los diversos niveles de autoridad del magisterio" y, en este sentido, la publicación se presentó en su momento como "La revista para los que sólo tenga tiempo de leer una".

Bernabé Dalmau explica que "publicando los textos de la Iglesia en catalán también hacemos un servicio a la cultura" y adelanta que con motivo de este aniversario, durante este año, también publicarán una nueva edición con los textos del Vaticano II.

La oportunidad de la edición de Documents d'Església, explican desde la Abadía de Montserrat, queda avalada por estos cuarenta y cinco años de edición ininterrumpida y por la aceptación por parte de un público necesariamente limitado pero constante.

Si bien actualmente hay más medios de información religiosa y de divulgación de textos, los lectores de la revista aprecian la calidad literaria del catalán y, sobre todo, la publicación sistemática de los principales documentos, no sólo del Papa y de los organismos romanos, sino también de episcopados, así como de comunidades de base. Más allá de la utilidad puntual de tener un documento al alcance, el paso de los años hace de la revista una obra de consulta, ya que cada año se publican los índices.

Las características del pontificado de Juan Pablo II, con la multiplicación de encíclicas y de exhortaciones apostólicas extensas, motivó también una cierta reducción de los textos editados, en provecho de los que tienen el nivel más alto de autoridad. La revista, sin embargo, no ha renunciado a traducir de vez en cuando ni estudios doctrinales ni comentarios libres. Esto le da un tono diferente de lo que podría ser un boletín oficial interdiocesano, ya que los textos oficiales alternan con documentos de frontera e, incluso, de opinión.

El 1 de octubre de 1966, padre Hilari Raguer fundó la revista y fue el director durante tres años, un período que fue decisivo porque Documents ya estaban bien definidos. Le sucedió, transitoriamente pero de manera eficaz, el padre Adalbert Franquesa. Y a finales de 1969 le relevó el padre Andreu Marqués, que la dirigió durante quince años, y que quiso ser fiel a una realidad que él expresaba así: "La evolución posconciliar ha desplazado el centro de interés del mundo cristiano: la atención se dirige actualmente más a las relaciones entre Iglesia y mundo que a cuestiones puramente internas, hay más interés por documentos surgidos de comunidades de base que no por declaraciones puramente oficiales". Cuando la revista cumplió veinte años, coincidiendo con el número 444, el padre Bernabé Dalmau relevó al padre Andreu Marqués.

La evolución de la revista, las nuevas técnicas de tratamiento de textos, la experiencia adquirida y la sistematización de responsabilidades en el interior de la comunidad de Montserrat han simplificado al máximo la intervención de colaboradores, hasta suprimir la exhibición de los créditos de responsables de redacción, de traducción y de revisión. Pero, como afirma el padre Bernabé Dalmau, "durante estos 25 años la revista se ha mantenido abierta a la realidad de lo que pasa en la Iglesia, siempre dentro de los límites de publicación de documentación". Documentos d'Església ha contribuido, desde el inicio, "a la inculturación de la Iglesia en el país", y ha sido un medio que ha velado por "la libertad de expresión y de opinión dentro de la comunidad eclesial", añade su director.