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Pujarem dalt del cim
Pujarem dalt del cim

Siempre que me han preguntado cuáles son mis aficiones, de algún modo siempre aparece el excursionismo. Esta afición me viene dada por mi familia (sobre todo por mi padre): disfruto de la montaña y del esfuerzo del camino; y cuando hace cierto tiempo que no puedo salir de la gran ciudad, siento que los pulmones me reclaman un poco de aire fresco.

Ahora bien, no penséis que siempre ha sido así. Si habláis con mis padres seguro que pueden contar los numeritos que hacía de pequeña cuando me decían que ese día nos marchábamos de excursión. Me costó cogerle el gusto. Pasaron muchos años antes de poder apreciar el placer de llegar a la cumbre después de haber sudado en un canchal infernal. He andado mucho, he subido y bajado por muchos caminos, he seguido muchas rutas que parecían no llevar a ningún sitio, he caído más de una vez (mis rodillas son testigos de ello); y me he perdido muchas veces antes de llegar al punto en el que me encuentro ahora. Y supongo que las caras de satisfacción de mis padres después de una buena excursión también influyeron en este cambio.

¿Por qué os cuento todo esto?

Precisamente por esto, cuando escucho que la Eucaristía es cumbre y fuente de la vida de la Iglesia, siempre pienso que la metáfora es muy acertada. Y es que llegar a saborear la celebración litúrgica es igual o más complicado que subir a la Pica d’Estats (si se me permite la comparación y usando un referente excursionista cercano). Para conseguirlo tenemos que experimentarla más de una vez; tiene que estar bien planificada y preparada –¿Qué llevo en la mochila? ¿Cuál es la mejor ruta para esta época del año?–. La liturgia es muy compleja y a menudo topamos con elementos desconocidos que nos hacen perder el hilo de la celebración. Igual que en el excursionismo, tener a alguien que te acompaña y te guía durante el camino es de gran ayuda. Y una vez la saboreas, cuando hace tiempo que tu vida no pasa por allí, la echas de menos.

Esta es la idea que quiere expresar este blog: mostrar la riqueza y la complejidad de la liturgia desde la alegría de adentrarnos en algo nuevo, conscientes de que no llegaremos al final de una ruta; pero seguro que, mientras caminamos, encontraremos una fuente de agua fresca donde recuperaremos las fuerzas para seguir subiendo hacia la cumbre.

Maria Guarch

¿Y cómo funcionará el blog?

La Cumbre se acerca. Pues sí. En cada celebración litúrgica de la Iglesia Dios viene hacia nosotros. Con este blog, el Centre de Pastoral Litúrgica quiere ofrecer herramientas de reflexión y presentar materiales que ayuden a vivir este encuentro comunitario con Jesucristo de manera más consciente y participativa.

Cada jueves incluiremos una nueva entrada que esperemos sea de vuestro interés y provoque un diálogo fructífero. Incluiremos también enlaces a páginas web o materiales especializados para aquellas personas que quieran profundizar más en el tema que proponemos.

El Centre de Pastoral Litúrgica es una entidad nacida en el año 1958. Nuestra finalidad es promover una mejor comprensión y participación de los fieles en la liturgia, en sintonía con el Concilio Vaticano II. Entre sus actividades, hay que destacar la publicación de las revistas Phase, Missa Dominical, Liturgia y Espiritualidad y Galilea.153, de numerosas colecciones de libros de carácter religioso y divulgación de la liturgia.

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