Laudato si 'en la arquitectura: la complejidad del "less is more"

"Es importante incorporar un viejo enseñanza, presente en varias tradiciones religiosas, y también en la Biblia. Se trata de la convicción de que << menos es más >>". (LS 222)

Esta citación, que cogida de la mano del leit motiv minimalista "Less is more", de uno de los padres de la arquitectura moderna, Mies van der Rohe, es una de tantas perlas que nos deja la carta encíclica Laudato si del Papa Francisco. Un texto magisterial que, si bien no está pensado exclusivamente para los arquitectos sí se pueden encontrar bien representados y da muchas pautas para el diseño tanto de edificios religiosos como civiles.

Aun así, no nos engañemos, este minimalismo propuesto no es una invitación a la reducción funcionalista o técnica de la arquitectura. Más bien nos propone una integración total del hecho arquitectónico que nos lleva a una complejidad extraordinaria que tiene en cuenta los residuos de la construcción (21), las relaciones sociales (148), la construcción en seco (31), el crecimiento urbano (44 ), los corredores ecológicos (35), la privatización de los espacios verdes (45), la preservación del patrimonio como ecología cultural (143), el trabajo interdisciplinar de los arquitectos (150), el paisaje urbano (151), la falta de vivienda (152), los problemas del transporte y de los no lugares (153), o la construcción sostenible (26 y 180) para poner sólo algunas referencias.

Como arquitecto, uno tiene la sensación de que, a veces, como profesional vinculado al mundo técnico, es "regañado" por el papa para que la crítica a la tecnocracia es una nota de fondo constante a lo largo del documento (especialmente desde el 102 al 114). Esta crítica radica en un antropocentrismo aislado y autónomo que prescinde de cualquier Absoluto que no sea él mismo, dejando de lado a Dios y cosificando la creación entera. La propuesta del Papa Francisco radica en una mirada contemplativa e integrada del mundo que se convierte mistagógica (210) y profética (44,48 y 73). El arquitecto puede convertirse así cooperador de la Creación (80.124) cuando toma una actitud de servicio (82) y trasciende la materia hacia la Belleza (103, 112). Una visión positiva de la profesión que toma como meta escatológica la Parusía (71), el advenimiento de una Casa Común (1) donde Dios será todo en todos (1 Co 15,28).