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Por La puntada .

Miguel de la Rubia es vecino de Viladecans

En los últimos tiempos, el paisaje urbano va cambiando continuamente y vemos día a día cómo van cerrando tiendas nuevas o tiendas de siempre, pero también vemos cómo hay personas que se van marchando por su situación laboral o económic . Entre estas personas se encuentran algunos muy buenos amigos míos, como José que se marcha a Orkoien (Navarra) , ya que la empresa Dytram ha cerrado sus puertas y se ha trasladado de Abrera a Orkoien. José deja aquí su familia e irá yendo y viniendo por el momento .

El otro caso , es el del Mohammadi y su familia. Sí, ese chico marroquí que había venido en patera ha vuelto a Marruecos. Finalmente, la crisis la ha apretado económicamente hasta el punto de que ha tenido que dejar Viladecans y volverse a su Marruecos.

Mohammadi ha sido en Viladecans uno de los elementos necesarios para la cohesión social de la ciudad, un puente entre comunidades y culturas. Es un hombre que vino con la ilusión de un nuevo proyecto de vida y que pronto encontró la manera de comprometerse con Viladecans y sus ciudadanos. La primera vez que tuvimos la oportunidad de conocernos fue a través de una visita del Consejo de Convivencia en el Centro Islámico Al Nour. Compartimos unas palabras y un té , y comenzó lo que ha sido hasta ahora y seguirá siendo una gran amistad. Después conocimos a Nawual, su mujer, y con ellos a sus hijos Ashraf y Osama desde que nacieron. Compartía la dedicación a su tienda con la participación en diversos foros donde pretendía siempre incorporar a sus "paisanos" en la vida diaria de Viladecans y allí en la calle Casanovas nos encontrábamos a menudo para ir a compartir una buena charla. Curiosamente, éramos de los pocos autóctonos que pisábamos bares como el "Melilla" donde estábamos muy bien recibidos y donde disfrutábamos de unos espléndidos tés como se hacen en Marruecos.

Miembro del Consejo de la Convivencia y galardonado en el día de las " Esquadres ", fiesta de los Mossos d'Esquadra, ha sido partícipe del día a día de nuestra ciudad. Él, buen musulmán, y yo, agnóstico, hemos compartido muchos buenos momentos. Ha sido parte importante de la apertura en Viladecans de su Asociación y ha ayudado a conseguir que el Nour estuviera presente en la Feria de Entidades de San Isidro , en las fiestas de la Entrellaça y al éxito de las puertas abiertas del centro Islámico Al Nour.

Ahora, su proyecto de vida ha cambiado y se ha encaminado con su familia en su pueblo de siempre, Segangan, junto a Nador . Mi amigo tamazhig vuelve a su tierra de nacimiento pero creo que llevará en el recuerdo siempre a Viladecans y su gente.

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