Pasar al contenido principal
Por La puntada .

Maria-Josep Hernàndez es periodista

Son las ocho de la tarde y los vestuarios de la fábrica se están transformando. Por la tarde han llevado los colchones y ahora es el turno de poner los sacos de dormir y las mantas. La noche se prevé fría y las pequeñas estufas eléctricas no calientan lo suficiente. En el vestuario de las mujeres, han aislado las paredes de ladrillo con una capa de papel de periódico y en el vestuario de los hombres, más pequeño, todo se ve más hacinado pero quizá no pasarán tanto frío. La sala, a la entrada de la fábrica, se ha convertido en comedor y lugar de encuentro de las próximas noches, todavía no saben cuantas. También llevan cartas y juegos de mesa, y alguien con un poco de maña instala una antena y un pequeño televisor. La encerrona de los 124 trabajadores de Gallostra SA, en el polígono de Pineda de Mar va en serio.

Ya no pueden más: son ocho meses sin cobrar y hasta ahora los abogados les decían que no dejaseren de hacerlo, porque si no, lo perderían todo. Ocho meses atendiendo y recibiendo pedidos ... pero ocho meses de desesperación, con hijos, con hipotecas, con parejas que trabajan los dos. Primero llegaron las reuniones para reducir el personal, luego un ERE con reducción de jornada y de sueldo (sueldo que se les debe todavía) y en diciembre se supo que deberían cerrar. Los abogados hablan de la descapitalización de la empresa: "millones que se han esfumado entre varias sociedades".

El 9 de enero, la empresa entra en fase de liquidación pero el caso queda atascado en el juzgado. No hay acuerdo y ahora será el juez quien deberá decidir cómo se liquida esta empresa y qué retribuciones recibirán los trabajadores. Pero sin acuerdo no hay indemnización ni posibilidad de cobrar la prestación del paro. El caso queda en vía muerta.

23 de enero, y aún sin la resolución del juez, hacen una primera manifestación, cortan la carretera N-II. Sólo la prensa local y comarcal recoge la noticia y se desesperan. Es entonces cuando deciden encerrarse en la fábrica.

Al día siguiente, subo de nuevo a verlos y aún se les ve más firmes y decididos. Y en un día en que la noticia en toda España es que llegamos casi a los 5 millones de parados, se convierten en la imagen de TV3 y de todas las televisiones estatales. Sabemos que empiezan a sonar teléfonos ... Hablo con un grupo de trabajadoras. Una empezó con 14 años y ahora tiene 52: "Ahora no lo haría, me he pasado la vida aquí". La otra lleva 37 años en la fábrica pero no llega a los 60: "¿Dónde buscaré trabajo a estas alturas?" Otra tiene 63 años: "Yo soy la menos afectada porque podré jubilarme, pero de ahí no me moveré" y me enseña donde ha dormido. Han pasado frío pero se ve tanto calor entre ellas que es toda una lección. Hablo después con tres trabajadores con los que visito la fábrica. Es inmensa y cautiva ver tanta maquinaria parada, los hilos puestos en la máquina, las cajas, los pedidos a punto de salir ... parece que el tiempo se haya detenido. Me enseñan un montón inmenso de folios. "Todo son pedidos pendientes", me dicen. Calculo, a ojo, que la pila equivale a tres paquetes de folios, por tanto, unos 1500 pedidos ...

Las noches se suceden y llegan muestras de solidaridad: comida no falta (pollo frito, ollas de caldo, bandejas de embutido, pastas, leche, café ...) Vecinos, entidades y comerciantes les han llenado la despensa, pero sobre todo les dan ánimo. Hacen una nueva manifestación, y pasan luego el primer fin de semana. No se moverán hasta que llegue la resolución del juez. Les piden que salgan de allí y no quieren: "si nos envían los Mossos, tenemos tres televisiones que llegan en un momento". Al día siguiente, viernes, 1 de febrero, llega la resolución judicial, y aunque constan como "hechos probados" aspectos graves como la doble contabilidad que denunciaban los abogados, también consta que deben cobrar 20 días por año trabajado ( el mínimo posible). Los trabajadores se preguntan: ¿Para quién están hechas las leyes? ¿Cómo se puede cerrar, si hay tanto trabajo y volumen de facturación? ¿No se podía quedar una parte de la plantilla? Con los abogados deciden presentar un recurso para reclamar más indemnización, pero al menos ya podrán cobrar la prestación del paro.

Y llega la hora de doblar los sacos de dormir y recoger las mantas, la emoción está en el ambiente y les caen lágrimas de los ojos. Unos días intensos, en los que han hecho piña y han luchado pacíficamente. Allí, en aquellas inmensas naves llenas de cientos de máquinas paradas, dejan buena parte de su vida, en un silencio estremecedor.

Grupos

Us ha agradat poder llegir aquest article? Si voleu que en fem més, podeu fer una petita aportació a través de Bizum al número

Donatiu Bizum

o veure altres maneres d'ajudar Catalunya Religió i poder desgravar el donatiu.