Los Rolling, Marilyn y el Concilio Vaticano II

(Quim Cervera) En octubre de 1962 los Rolling Stones hacen su primera actuación en público y se inicia, el día 11, el Concilio Vaticano II en Roma. El 5 de agosto, también de 1962, se suicida (o la asesinaron) Marilyn Monroe. La cronología une curiosamente estos tres hechos hace 50 años. Nos encontramos al principio de los "míticos" años sesenta, cuando mi generación inicia la adolescencia. ¿Qué hay en común en esta triple efeméride, aparte de coincidir con la explosión vital, optimista y joven de la década de los sesenta?

Los Rolling y Marilyn representan la eclosión de una espontaneidad, de una nueva estética y sensualidad que tipificará aquellos años, y son algunos de los iconos significativas de nuestra juventud.

El Concilio representó para los católicos y para toda la humanidad, una frescura, una apertura, una espontaneidad, una puesta al día de la iglesia, con unas potencialidades creativas que colmaron las esperanzas de mucha gente y estimularon cambios tanto en la iglesia como en la sociedad. En especial, en nuestro país supuso una deslegitimación del franquismo y del nacionalcatolicismo, una legitimación de los grupos católicos críticos y un proceso acelerado de solidaridad de movimientos, conventos y parroquias con la oposición clandestina antifranquista. Además, el acercamiento de católicos con sectores de ideología marxista o anarquista posibilitó una complementariedad fecunda, en cuanto muchos de los jóvenes cristianos fueron socializados en la acción sociopolítica contra la dictadura. Así, educados en la acción, fueron acogidos por los diversos partidos y sindicatos, que de esta manera aumentaron sus militantes, y aportaron procesos necesarios para la transición democrática y nacional catalana. Posiblemente muchos de estos, entonces jóvenes, habíamos visto las películas de Marilyn y escuchado la música de los Rolling (y otros a los Beatles).

Los Rolling tienen la pieza musical Satisfaction, muy conocida por nuestra generación. Podríamos decir que expresaba la revuelta y la satisfacción de una generación que quería vivir en libertad. La otra cara de la moneda de la época es el suicidio (o asesinato) de Marilyn que nos hace de espejo y anticipación para descubrirnos la parte oscura: el mundo de la droga (en la que los Rolling también entraron ) que produjo la derrota de buena parte de nuestra generación y de generaciones futuras. Con todo, no se pueden olvidar las escenas de gran vitalidad de esta mujer, genial, en su hacer y en su belleza.

El Vaticano II mostró también su genialidad y su belleza, a pesar de ser convocado por un hombre anciano, pero bueno, sabio, prudente, intuitivo y vivo, como fue Juan XXIII. Ahora bien, cabe preguntarse si estamos satisfechos del recorrido de la iglesia hasta ahora. ¿Podríamos cantar la canción de los Rolling, Satisfaction, aplicada a la iglesia? ¿Será que la iglesia se ha "drogado" para no desarrollar la creatividad disparada en el Concilio? ¿Por qué se ha dejado llevar por el miedo a las innovaciones, percibidas como caos y como infidelidades, y no se ha dejado seducir por la confianza en el futuro que se abría, nuevo y evangélico? ¿Por qué ha llegado a tomar tantos barbitúricos como Marilyn, sintiéndose quizás sola, abandonada y con miedo a ser marginada, porque todavía confiaba demasiado en los poderosos de este mundo? La Iglesia se ha visto vieja ante la sociedad nueva y joven, y no ha sabido responder a los nuevos retos con altura. Algunos sectores eclesiales lo han intentado, y se han visto decepcionados, por el recalcitrante integrismo que se ha hecho señor del aparato directivo eclesial.

Los Rolling Stones y Marilyn Monroe también representan una ruptura con todas las represiones, sobre todo sexuales, mientras que la iglesia se ha escudado demasiado en las prohibiciones sexuales y no ha encontrado la forma de expresar el valor del placer del amor , y el acercamiento al Dios-Amor de toda pareja que se ama y sigue la obra de Dios creando vida.

Los Rolling perduran y han ido agregando nuevas generaciones a su rock and roll. Nos podemos preguntar:¿el Concilio Vaticano II perdura? ¿Agregó nuevas generaciones, cuando muchos jóvenes se han desafectado de la iglesia? Muchas actitudes y actividades de la iglesia son hoy vigentes gracias al Concilio, otras están latentes (no sabemos si resucitarán), en otras se ha ido atrás, y otras están por inaugurar.

Estos iconos de los años sesenta son para nuestro imaginario colectivo signos universales de libertad, de cambio, de revolución y de esperanza. En ella podemos encontrar, como en todas las dimensiones bondadosas de toda obra humana, la voz y las llamadas del Dios del Señor. Procuramos seguir cantando Satisfaction (los Rolling, ya setentones, la siguen cantando), a ver si encontramos de nuevo las raíces evangélicas de la confianza que mata toda miedo, a ver si nos entroncan de nuevo con la vitalidad y anhelo de libertad de los sesenta, con el esplendor de la belleza y no nos dejamos llevar por las "sirenas" de las enajenaciones inhumanas del dinero, del poder y de la fama. El Concilio Vaticano II debe seguir cantando a mis oídos, aunque con melodías ajustadas a la gran revolución global y tecnológica que vivimos.

Quim Cervera es sociólogo y cura