"La Iglesia católica, como titular de una parte muy importante del patrimonio cultural catalán, debe velar por la protección, la conservación y la difusión de este patrimonio y, con esta finalidad, debe colaborar con las diversas administraciones públicas de Cataluña. Una comisión mixta entre la Administración de la Generalidad y la Iglesia católica debe establecer el marco de colaboración y coordinación entre las dos instituciones y hacer su seguimiento. Reglamentariamente se determinará, en su caso, la colaboración con la Administración local.