Hace tiempo un catequista me explicaba que, para hablar del Misterio de la Trinidad a un grupo de confirmación, hizo una mayonesa; dando a entender como tres elementos (el huevo, el aceite y la sal) se fusionaban en una misma cosa. Al cabo de un tiempo se produjo el efecto de "vampirización", donde el medio se come el contenido, y los chicos sólo recordaban aquella sesión "de la mayonesa", pero la Trinidad había desaparecido. Lo mismo puede pasar con el "trifásico eclesial" de hoy, así que tenga como aviso lo que acabo de explicar.