(Agustí Panyella, sacerdote) En primer lugar hay que decir que, como sacerdote, el Año de la Fe es todo un gozo inesperado, porque con la comunidad cristiana de Sant Joan Baptista de Vilanova estamos, bajo este motivo, movidos a una renovación espiritual concretada en un tiempo asambleario bajo esta temática, y eso me motiva especialmente.